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Bélgica propuso comprar baterías antiaéreas patriot para defender el país

Steven Vandeput, ministro de Defensa belga

Bélgica se estaba debatiendo en los últimos meses sobre la posibilidad de incrementar la seguridad del país mediante una inversión millonaria en baterías antiaéreas patriot. Su ministro de Defensa, Steven Vandeput, propuso en enero que Bruselas realizara una importante inversión en este modelo de protección balística, implementado por la empresa norteamericana Raytheon  y que Bruselas proponía utilizar "tanto en nuestras fronteras como en la frontera turco-siria". Una sistema de defensa 'patriot' cuesta alrededor de 588 millones de euros y consiste en una batería de lanzamiento que en el caso de la propuesta de Vandeput sería de misiles MIM-104 C. Como sistema antiaéreo, su función es la intercepción de misiles y otros ataques aéreos.

La pertenencia a la OTAN obliga al país a hacer inversiones en Defensa

Sin embargo, y aunque su Ministerio de Defensa reconocía que el interés por esta tecnología vendría más en el futuro, los atentados de Bruselas de este martes han irrumpido en propuestas como estas. ¿Invertir en baterías antiaéreas cuando los ataques son a través de hombres bomba en grandes 'hubs' de transporte? En los últimos años el presupuesto del ejército belga se ha ido reduciendo merced a una cada vez mejor fuerza humana. Se prevé que el gasto para 2030, que actualmente es de 2.700 millones de euros, siga cayendo hasta 600 millones menos al año. De igual modo, la fuerza militar se reduciría de 32.000 personas a 25.000 según los planes del Gobierno, que incluirían también la compra de 34 cazas, dos fragatas, seis drones y cañones de 155 milímetros howitzers.

La pertenencia a la OTAN obliga en cierto modo a hacer estas inversiones al país, aunque muchos en el país se plantean ahora la necesidad de dirigir aquí el presupuesto, especialmente cuando parece que lo que el país necesita es más inversión en servicios de inteligencia, pues según algunos expertos reconocen se encuentran "superados" por la gran cantidad de casos de posible yihadismo que padecen en su propio territorio.

"El ministro de Interior debería dimitir porque no ha sido capaz de limpiar Molenbeek", ha dicho uno de los representantes del partido de extrema derecha Vlaams Belang, Jan Penris. El barrio de Molenbeek, con 22 mezquitas registradas y 5 iglesias, es el punto negro al que mira buena parte de la sociedad belga. Un lugar donde se escondía Salah Abdeslam antes de ser aprehendido el pasado viernes.

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