Unicredit vuelve a abrir oficina en España: "Creemos en este país"

"Creemos en este país". Así ha resumido su nueva apuesta por España el consejero delegado de Unicredit, Federico Ghizzoni, durante la presentación pública del banco italo-alemán, que desde inicios de año ha abierto una delegación para competir en el mercado español. "El PIB está creciendo por encima del europeo, y el potencial es evidente, con una economía muy dinámica", ha añadido.

La entidad ya está trabajando intensamente desde febrero en captar clientes dentro de su nicho preferencial, que lo forman entre 60 y 70 empresas españolas

La apertura de oficina de Unicredit en España es en realidad un retorno, toda vez que el gigante europeo abandonó el país en 2011, fruto de la crisis financiera y de los distintos ajustes e integraciones llevados a cabo por la entidad durante estos últimos años. Pese al entorno de tipos próximos a cero, la inestabilidad de los mercados y el proceso de crisis de modelo que vive la banca a nivel internacional, los responsables de Unicredit han apostado por Españan (con un riesgo de 21.000 millones de euros) tras más de un año de negociaciones, liderados por el ex de Barclays Pedro Fernández de Santaella.

El objetivo de Unicredit para los próximos años es hacerse con unas de las posiciones líderes en el segmento de la banca corporativa, las grandes transacciones, préstamos sindicados, servicios transaccionales de banca corporativa... especialmente en relación con las operaciones que las grandes empresas españolas puedan querer realizar en aquellos países en los que el gigante italo-alemán es más fuerte (Italia, Alemania, Austria, Europa del Este...). "Queremos que cuando dentro de dos años las empresas hablen de las entidades que más les han ayudado estemos ahí", explicó Fernández de Santaella.

Más en concreto, la entidad ya está trabajando intensamente desde febrero en captar clientes dentro de su nicho preferencial, que lo forman entre 60 y 70 empresas españolas: Son todas las del IBEX y otro grupo de grandes empresas no cotizadas pero que pueden tener intereses en desarrollarse o abrirse en los mercados donde Unicredit está más enraizada. En total, se trata de un pastel de cerca de 77.000 millones de euros en exportaciones y otras operaciones, en las que la entidad luchará por participar.