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El nuevo iPhone 5 podría sumar entre un 0,25 y un 0,5% al PIB de EEUU

Vista de una fachada con el logo de Apple.

Según publicaba el Wall Street Journal el martes, el iPhone 5 podría sumar entre un 0,25% y un 0,5% al PIB estadounidense del último trimestre fiscal de 2012. ¿Cómo es posible? Según informa este diario, está previsto que se vendan 8 millones de unidades del nuevo modelo en Estados Unidos en el último trimestre del año y además, las ventas de los anteriores modelos de iPhone han continuado creciendo a un ritmo sólido.

Asumiendo que los márgenes comerciales son similares a los niveles históricos, el iPhone 5 podría salir a la venta por un precio que rondaría los 600 dólares (unos 465 euros) y con 200 dólares (unos 155 euros) de contenidos importados. Esto implica un impulso al PIB del último trimestre de 2012 de 3,2 billones de dólares (12,8 billones de dólares anuales) levantando el crecimiento del PIB en un 0,33%.

Han pasado cinco años desde que Steve Jobs se sacara de la manga de su discreto jersey negro de cuello alto el primer iPhone, un dispositivo de diseño que sacudió el maduro sector de la telefonía y desató una revolución tecnológica cuyo ciclo da muestras de agotamiento.

"De vez en cuando aparece un producto revolucionario que lo cambia todo", dijo el líder de Apple que vaticinó que ese "iPod con llamadas e internet", tal y como se calificó el iPhone al principio, estaba destinado a "reinventar el teléfono". A su tocayo de Microsoft, Steve Ballmer, le entró la risa al conocer la propuesta de Apple, literalmente. Internet, que para estas cosas tiene memoria, guarda otro vídeo en el que el consejero delegado de Microsoft se mofa del invento de Jobs.

Ni Ballmer con su Windows Mobile, ni los directivos de Research in Motion (RIM) con su BlackBerry, ni los finlandeses de Nokia se olieron lo que les venía encima. El resto del sector, tampoco. En 2008 debutaron los primeros teléfonos equipados con Android que básicamente replicaban la idea que le había funcionado a Apple aunque con un modelo de negocio distinto, en vez de fabricar sus propios dispositivos les ofrecían gratis a las compañías de electrónica un sistema operativo capaz de competir con el iPhone.

Lo que empezó siendo en 2007 un desafío movido por la innovación ha pasado en 2012 a ser una guerra de patentes donde los abogados y no los creativos llevan la voz cantante, un síntoma de que los productos han alcanzado su madurez. A pesar de todo, es de prever que el esperado iPhone 5 volverá a causar furor, igual que sus antecesores, y batirá récord de ventas. Se formarán colas ante las tiendas de Apple, cuyas acciones están por las nubes. Eso entra dentro de lo previsible.

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