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Santander provisiona 600 millones tras hacer multimillonario a su exconsejero delegado en EE UU

Ana Botín, presidenta de Santander.

El negocio en Estados Unidos de Santander sigue dando quebraderos de cabeza al mayor banco español. Tras los problemas regulatorios por los que ha pasado en los dos últimos años Santander Consumer USA Holdings (SCUSA), el grupo presidido por Ana Botín tendrá que provisionar 600 millones de euros por los menores beneficios previstos ahora en su filial estadounidense. El anuncio de las menores ganancias se produce poco después de la salida definitiva de SCUSA de Thomas Dundon, el hombre de 44 años al que Santander hizo multimillonario el pasado 15 de noviembre.

El primer banco español informó ayer martes pasadas las diez de la noche a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que ha llevado a cabo una revisión de sus fondos de comercio, y que como resultado de dicho análisis ha contabilizado un deterioro "de aproximadamente 600 millones de euros". De esa cantidad, 500 millones corresponden a Santander Consumer USA Holdings. "La revisión del valor de SCUSA se debe a una reducción en los beneficios de la empresa con respecto a años anteriores", señaló la entidad en su comunicado al regulador del mercado español.

Santander indicó que a pesar del impacto de los menores beneficios en Estados Unidos, "se reafirma en su objetivo" de incrementar este año el dividendo y el beneficio por acción, y también en 2018. En su información a la CNMV, Santander no vincula el reciente pago a Thomas Dundon a la provisión anunciada. 

En 2016 Santander USA retrasó en tres ocasiones la presentación de sus resultados

Thomas Dundon comenzó su carrera montando una hamburguesería cerca de la ciudad de Dallas y a mediados de los años noventa se puso a trabajar en un concesionario de coches. En 1995 se asoció con un grupo de inversores para probar nuevas fórmulas de financiación en la industria del automóvil; básicamente, Dundon creó un banco para compradores de coches. El joven Dundon atrajo a fondos de inversión que fueron engordando el negocio hasta que Santander adquirió la empresa en 2007. En la venta al banco español, Dundon acordó retener el 10% del capital y mantener el puesto de consejero delegado.

Thomas Dundon, segundo por la derecha, en la salida a Bolsa de Santander Consumer USA.

En 2015, Ana Botín reorganizó la cúpula y el negocio de la división en Estados Unidos de Santander y acordó con Dundon la compra de su participación y su salida del grupo, a cambio de 928 millones de dólares. Aunque la salida de Dundon de la empresa se hizo entonces efectiva, el pago de la cantidad acordada no se ha resuelto hasta este mes, que se ha visto reducida a 713 millones de dólares. SCUSA informó a la SEC, el regulador del mercado estadounidense, que el acuerdo de pago se había efectuado el pasado día 15 de noviembre.

Cuando Dundon fue apartado de SCUSA, la financiera del Santander en Estados Unidos gestionaba préstamos a través de 14.000 concesionarios y tenía un valor en Bolsa superior a los 8.000 millones de dólares. Sin embargo, comenzaron a aflorar problemas regulatorios.

Deloitte, que auditó a Santander hasta 2016, identificó en las cuentas de 2015 de Santander Holding USA "debilidades materiales" como no haber mantenido "controles internos efectivos relacionados con la provisión de insolvencias". "En nuestra opinión", apuntaba Deloitte, "debido al efecto de las debilidades materiales identificadas anteriormente en la consecución de los objetivos de los criterios de control, la Sociedad no ha mantenido el control interno efectivo sobre la información financiera a 31 de diciembre de 2015".

El pasado año, la filial estadounidense de Santander suspendió por tercera los test de resistencia cualitativa que realiza la Reserva Federal estadounidense (FED) a los 33 mayores bancos del país. SCUSA retrasó en tres ocasiones la presentación de sus resultados a la SEC en 2016. 

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