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El negocio del Santander en Brasil, en caída: pasa de ser el 28% al 19% del beneficio y ya le adelanta Reino Unido

José Antonio Álvarez, consejero delegado del Banco Santander.

Lejos quedan los tiempos en los que Brasil era la indiscutible joya de la corona de Banco Santander. En 2011, la división del país latinoamericano suponía más de una cuarta parte (el 28%) del beneficio atribuido al grupo. La progresiva pérdida de dinamismo de la economía brasileña ha supuesto una reducción del peso de éste en el negocio del banco: en los primeros nueve meses del año solo un 19% de los beneficios del Santander procedían de Brasil (1.315 millones), de forma que Reino Unido se sitúa de forma clara como primer fuente de beneficio para la entidad (1.496 millones de euros), que entre enero y septiembre ganó 5.106 millones, un 17,1% más que hace un año.

Brasil es, pese a la confianza mostrada por sus altos directivos, el interrogante del Santander en el medio plazo. Si se comparan los primeros nueve meses del año, se percibe un incremento del beneficio respecto a 2014. Si se compara el tercer trimestre con el segundo, sin embargo, se muestra un retroceso en el resultado de un -1.4%. Y eso que han crecido un 28% los préstamos hipotecarios, un 23% el crédito a empresas y hasta un 37% el de las grandes empresas.

El CEO del Santander confía en que las dificultades que atraviesa Brasil sean algo pasajero

A pesar de la crisis y los ajustes que está sufriendo la economía brasileña, Santander Brasil sigue siendo, con mucha diferencia, el mayor generador de ingresos para el Grupo Santander. De enero a septiembre el banco ingresó 8.643 millones de euros del país latinoamericano, frente a los 5.820 millones procedentes de Estados Unidos, los 4.842 millones de España y los 4.781 millones de Reino Unido.

Pero Brasil también marca la diferencia a la hora de los lastres. Las dificultades que atraviesa su economía han obligado al Santander a destinar en los nueve primeros meses del año 2.467 millones de euros a dotaciones por insolvencias (de los que 813 millones se dotaron este último trimestre). En 2014 ya tuvo que destinar 2.453 millones a provisiones, por litigios, contingencias legales e impuestos.

La entidad es consciente de que pasará en los próximos meses por "un aumento del coste del riesgo en un contexto de morosidad al alza", según explican los analistas de Renta4 en un informe de este mismo jueves, en el que, sin embargo, ven una "buena evolución del crédito" en Santander Brasil. También conscientes de las dificultades que atraviesa Brasil se han mostrado los analistas de Bankinter, quienes no obstante destacan la evolución positiva del negocio por parte del banco presidido por Ana Botín.

La "gran inversión del grupo"

El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, se mostró confiado en que las dificultades que atraviesa la economía brasileña sean algo pasajero y que sirva para consolidar unas bases más sólidas. "El país está llevando a cabo un duro ajuste en sus cuentas, en su déficit público y el política monetaria [para contener la inflación y los tipos de cambio]", señaló, al tiempo que reivindicó la solidez de la apuesta del banco por su filial brasileña.

"Brasil es una gran inversión para el Grupo Santander. A medio y largo plazo nos va a dar grandes alegrías", pronosticó, mientras tildó a los mercados de "excesivamente pesimistas" respecto a la recesión económica del país latinoamericano y su incidencia en el banco. Hace tan solo unos meses, tal y como informó Vozpópuli, el banco de inversión N+1 criticaba con dureza al banco por sus problemas en Brasil y los bajos rendimientos que, en su opinión, obtenía en Brasil.

"Brasil es una gran inversión para el Grupo Santander. A medio y largo plazo nos va a dar grandes alegrías", sostiene Álvarez

Adelante con los dos euros

Álvarez también ratificó la política anunciada hasta el momento respecto del cobro de una comisión por la utilización de su red de cajeros por parte de clientes de otras entidades. Aunque explicó que el banco está ultimando una estrategia adaptada a la regulación recién aprobada por el Gobierno (que permite cobrar un solo pago a quienes dispongan la red), también dejó clara su intención de mantener los dos euros como cantidad estándar a cobrar a quienes retiren dinero de sus redes procedentes de otras entidades.

"La normativa deja algo claro: que quien tiene la red es quien ha de repercutir el coste al cliente", señaló Álvarez, quien a su vez ensalzó la justicia de esta medida, ya que no impide en absoluto que cualquier otra entidad disponga de e invierta en su propia red de cajeros. "Nosotros vamos a cambiar la mayoría de nuestos cajeros para modernizarlos y eso tiene un coste", insistió.

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