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Economía levanta el veto a Deloitte: auditará el ladrillo del Sabadell y Popular

Deloitte participará finalmente en el análisis del ladrillo de la banca española.

Las tres auditoras encargadas de analizar las carteras inmobiliarias de la banca, como aseguró el ministro Luis de Guindos, serán finalmente cuatro. El veto que había impuesto Economía a Deloitte, tras los diferentes desfases contables que han aparecido en el grupo BFA-Bankia y Banco de Valencia, ha desaparecido tras las negociaciones a tres bandas que mantuvieron en las últimas semanas el Banco de España, ministerio y la propia firma. De hecho, Deloitte, auditor habitual del Santander y BBVA, además de buena parte del resto de entidades, se encargará de estudiar si Sabadell y Popular han realizado correctamente el ejercicio de saneamiento de sus activos inmobiliarios problemáticos.

Representantes de estas cuatro compañías, tras el acuerdo de Economía y Deloitte, mantuvieron el pasado 23 de mayo una reunión con el Banco de España en la que la institución les presentó el proyecto y abrió el periodo para que presenten sus respectivas propuestas de valoración y auditoría. El requisito fue que ninguna de ellas inspeccione en este proceso las cuentas de ninguna de las entidades a las que haya auditado con posterioridad al ejercicio de 2009. Es decir, es incompatible auditar a un banco del que se haya sido auditor en los ejercicios de 2010, 2011 o en el presente de 2012.

En este sentido, Deloitte es la compañía con mayores limitaciones a la hora de auditar a nuevas compañías, puesto que ya audita a los grandes -Santander, BBVA, Caixa y BFA-Bankia- y a entidades nacionalizadas como Novagalicia y Catalunya Caixa. Por su parte, KPMG ha auditado las cuentas de CAM, previamente a la entrada del FROB, y de Caja España Duero. La auditora Ernst & Young ha analizado las cuentas de Banca Cívica, absorbida por La Caixa, y de Caja 3, fusionada con Ibercaja. Y PwC, en la que trabajó el actual ministro Luis de Guindos, audita a las entidades medianas Sabadell y Popular.

Ernst&Young auditará a Santander y BBVA

Economía y el Banco de España han distribuido a los bancos en diferentes paquetes para que no existan conflictos de interés con las cuatro auditoras. Así, PWC realizará el examen a Caixabank, mientras que Ernst&Young hará lo propio con el Santander y BBVA. Mientras, KMPG no auditará a ninguna entidad de la gran banca. En el reparto, esta auditoría analizará el ladrillo de Catalunya Caixa, Novagalicia, Kutxabank, Ibercaja, Caja 3. y Bankinter. "Esta situación resulta extraña cuando podía haber realizado el ejercicio de cualquier entidad importante, salvo Bankia", aseguran fuentes del sector. El conflicto de interés con Bankia estriba en que KPMG está realizando la revaluación del accionariado de las siete cajas que conforman BFA-Bankia tras el desfase que ha generado la crisis del Banco de Valencia.

En cuanto a Bankia, las opciones se reducen a PWC. Con el resto de auditorias, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri tiene, en este momento, algún tipo de conflicto de interés. Al mencionado de KPMG, se suma el contrato como auditor habitual de Deloitte, mientras que Ernst&Young ha sido la elegida para auditar el canje de las participaciones preferentes del FROB por valor de 4.465 millones.

El objetivo por parte de Economía es que el examen a la banca gane credibilidad internacional al hacerlo auditores externos al Banco de España, tal y como se hacía hasta ahora. Es decisión ha provocado las quejas de los inspectores del Banco de España, aunque han asegurado que colaborarán con los auditores. "Sólo podemos entender que, por razones de urgencia y de forma excepcional, se realice este encargo a unos auditores y consultores externos para que éstos desempeñen las labores propias de los Inspectores del Banco de España", se quejan estos funcionarios en una nota difundida el pasado viernes.

Antes de que se conozcan los resultados de los auditores, ya se habrá realizado una evaluación rápida general por parte de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger, que realizarán un test de estrés con los datos que facilite el Banco de España y sin trabajo de campo entidad por entidad. El resultado se conocerá antes de que termine junio.

Las conclusiones de estos test de estrés y de las auditorías serán fundamentales para finalizar el proceso de subasta de Catalunya Caixa, Banco de Valencia, e iniciar el de Novagalicia. El sentir entre los potenciales compradores es unánime: "No se puede hacer una oferta final por una entidad de la que se desconoce su valor real. Hasta que no se conozcan los resultados de todos los ejercicios no se puede volver a pensar en las subastas", inciden. Según sus cálculos, el calendario no volverá a reanudarse hasta después del verano, pese a que Economía insiste en que la demora sólo será de quince días (finales de julio) sobre lo previsto.

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