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El Canal y Sacyr tienen cinco días para llegar a un pacto antes de volver a parar la obra

Las obras del Canal de Panamá se irán retomando paulatinamente

El reloj volverá a ser un factor determinante en las negociaciones que llevan a cabo la ACP y el consorcio GUPC, liderado por Sacyr, para tratar de llegar a un acuerdo sobre la finalización de las obras de ampliación del Canal de Panamá. El reinicio de los trabajos, que fue verificado por la autoridad canalera a lo largo del jueves, tan sólo podrá mantenerse durante unas cinco jornadas, lo que tarden en consumirse los cerca de 37 millones de dólares liberados para posibilitar que vuelva a haber movimiento en las nuevas esclusas.

Para entonces deberá estar listo y firmado un pacto que contemple el nuevo esquema financiero del contrato de construcción del tercer juego de esclusas de la vía interoceánica. De lo contrario, la obra volverá a detenerse, un escenario que fuentes próximas el consorcio consideran como “no deseable” y que, más allá de este calificativo, abriría una etapa de vuelta a empezar pero muy complicada para asegurar la supervivencia de GUPC en el proceso.

Después de realizar una ardua verificación a lo largo del día, el administrador principal del Canal de Panamá, Jorge Quijano, aseguró que las obras se habían reanudado por lo que este viernes estarán disponibles los 36,8 millones de dólares en concepto de certificaciones de obra del mes de diciembre que la ACP mantenía retenidos.

Algo de gasolina para un motor que se había gripado hace quince días pero que en estas circunstancias tan sólo permanecerá encendido unas cinco jornadas.

Fechas para las compuertas

Este cálculo incluye las fechas de fin de semana, en las que no se interrumpirán ni los trabajos en la obra ni las negociaciones entre la ACP y GUPC. Fuentes de la autoridad canalera confirmaron a Vozpópuli que durante la jornada del jueves no se celebraron encuentros formales entre representantes de ambos bandos pero que la negociación no se interrumpió y prosiguió a través del teléfono y el intercambio de correos electrónicos.

En una breve comparecencia ante los medios en Ciudad de Panamá, Quijano confirmó que uno de los puntos de discrepancia entre las partes es el referido al calendario que pretende fijarse para la entrega de las compuertas que flanquearán el acceso a las nuevas esclusas de la vía.

La ACP pretende que en diciembre de 2014 están en territorio local las 12 cancelas que restan por entregar, ocho de las cuales aún están en proceso de fabricación.

Zurich quiere minimizar riesgos

Sin embargo, aún está también por definir el esquema financiero que permitirá la conclusión de los trabajos de ampliación. Y éste pasa fundamentalmente por el pacto con Zurich American, la aseguradora del proyecto. El principio de acuerdo alcanzado la semana pasada entre la ACP y GUPC incluye el empleo de las fianzas de 400 millones de dólares que custodia Zurich como garantía para obtener fondos adicionales con los que terminar las obras.

La aseguradora no quiere firmar ningún acuerdo hasta garantizarse que serán las empresas que componen el consorcio GUPC (además de Sacyr, la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa) las que asuman principalmente el riesgo de esos créditos.

Para ello, será muy importante la aprobación este viernes por el consejo de ministros de la transformación del aval concedido en su día por la aseguradora de capital público Cesce, con el fin de que pase de ser un aval de cumplimiento de contrato a uno puramente financiero. De esta forma, Zurich se aseguraría de que, en el hipotético caso de un impago de los créditos, tendría una contragarantía contra la que ir de forma inmediata, y, además, respaldada por el Gobierno de España.

Todo parece indicar que el Ejecutivo dará su visto bueno a un cambio que ya habrían aprobado tanto el consejo de administración de Cesce como la comisión delegada de asuntos económicos.

Discrepancia política en Panamá

La cuenta atrás ha comenzado. El escenario contemplado si no hay acuerdo en los próximos días es la vuelta al punto de partida, es decir, a detener unos trabajos que, además, están siendo reanudados de forma paulatina, toda vez que la primera labor es retomar el contacto con la obra y analizar en qué estado se encuentra. Sin embargo, volver a ponerla en marcha con las mismas condiciones y los mismos operadores será ya más complicado.

Mientras, el acuerdo alcanzado este miércoles para el reinicio de los trabajos provocó un rifirrafe político en una Panamá que ya hace tiempo está inmersa en una dura campaña electoral. El presidente del país, Ricardo Martinelli, puso en duda la vuelta de la actividad en las nuevas esclusas del Canal y apuntó a unas supuestas discrepancias en el seno de GUPC sobre la conveniencia de dar ese paso. “Pregunten ustedes en la ACP”, indicó a los periodistas, de acuerdo con la versión que ofrecen varios medios locales.

Las palabras del mandatario panameño son un mensaje directo a Quijano, con el que Martinelli mantiene desde hace tiempo un tenso pulso por la manera de gestionar la crisis de la ampliación del Canal

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