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El nuevo superregulador CNMC ahorrará sólo 9 millones y no 28 como presume el Gobierno

Luis de Guindos.

El Ministerio de Economía ha sacado pecho en reiteradas ocasiones sobre el gran ahorro que supondrá la creación del nuevo superregulador, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Serán, según sus cálculos, 28 millones de euros los que se ahorrarán con el nuevo organismo integrado en comparación con el coste actual de mantener por separado a organismos como la CNE (Energía), la CMT (Telecomunicaciones) y la CNC (Competencia), principalmente.

Pero nada más lejos de la realidad. Varios expertos consultados por Vozpópuli alertan de que ese ahorro de 28 millones es “ficticio”. El ahorro real será de sólo 9,4 millones de euros, provenientes de dos partidas: unos 3,6 millones corresponden al recorte de salarios y dietas de los consejeros (cada uno de ellos cobra de media entre 120.000 y 150.000 euros brutos al año), que pasarán de los 50 que hay repartidos entre todos los reguladores (los existentes y los que se hubieran creado) a los 10 consejeros (nueve más el presidente) que tendrá la CNMC.

La otra partida que supondrá un ahorro significativo de 5,82 millones de euros será la de las “economías de escala por la integración del resto de organismos”, las sinergias y la eliminación de duplicidades.

Son datos oficiales facilitados por el propio Gobierno en la Memoria del Análisis de Impacto Normativo recogido en el Proyecto de Ley de Creación de la CNMC.

Hay una engañifa en las cuentas de Economía, al apuntarse como ahorro 18,7 millones de dinero que se hubieran gastado en crear nuevos reguladores, algo que no se hizo

¿Y de dónde se saca el Ministerio de Economía el ahorro de los 18,7 millones restantes hasta alcanzar los tan cacareados 28 millones?

De una engañifa: Esos 18,7 millones no se pueden ahorrar porque no se están gastando, ya que corresponden a lo que hubiera costado poner en marcha tres organismos reguladores que preveía la Ley de Economía Sostenible de Zapatero y cuya creación acabó durmiendo el sueño de los justos.

Habrían sido el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA), la Comisión de Regulación Aeroportuaria (CREA) y la Comisión Nacional del Juego (CNJ), tres organismos nonatos cuyas funciones regulatorias y supervisoras se repartirán ahora entre la CNMC y algunos ministerios.

Pues bien, el Departamento que dirige Luis de Guindos se ha apuntado como “ahorro bruto de la integración” estos 18,7 millones que costarían los tres organismos, según los datos recogidos en el Proyecto de Ley de la CNMC.

La no creación del CEMA, del CREA y del CNJ supone un ahorro bruto en altos cargos de 1,6 millones de euros y un ahorro en gastos de funcionamiento de 17,1 millones de euros”, recoge el Proyecto de Ley. En total son 18,74 millones, un monto que ni se gasta ni se puede ahorrar, pero que ha servido para que el Gobierno lo cuele como ahorro por la creación de la CNMC. Así que el 67% de todo lo que se va a ahorrar, 28 millones, es “ficticio, pues como mucho puede llegar a ser ahorro potencial”, afirma un experto en reguladores.

La nueva CNMC tendrá que contratar a más técnicos para nuevos sectores como el ferroviario, el audiovisual o el aeroportuario, lo que supondrá gastos adicionales

Este experto alerta de que no sólo no es ahorro, sino que las funciones que hubieran desempeñado los técnicos y directores de estos tres organismos  las tendrán que asumir a partir de octubre próximo los propios funcionarios y técnicos de la CNMC, a los que le caerán más responsabilidades y competencias, o en su caso a los nuevos funcionarios que se contraten para ello, con el coste adicional que esto supondrá.

Tampoco habrá ahorros inmobiliarios, ya que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) seguirá íntegramente en Barcelona como subsede, con todos los departamentos funcionando y con el único ahorro de la desaparición del consejo, pues el poder decisorio estará en Madrid, en un consejo de administración de la CNMC con un presidente y nueve consejeros.

El área inmobiliaria, que iba a generar ahorros, se mantendrá como hasta ahora porque tanto la CMT como la CNE seguirán en sus edificios con su actual estructura

El edificio es propiedad de la CMT, al igual que el de la CNE en Madrid. Ambos seguirán usándose para sus actuales funciones, por lo que no se pondrán en valor en el mercado inmobiliario.

También supondrá un coste adicional para la nueva CNMC el proceso liberalizador del sector ferroviario en España. El superregulador asumirá el actual Comité de Regulación Ferroviaria, ahora compuesto por sólo 10 técnicos. El proceso abierto por el Ministerio de Fomento requerirá la contratación de nuevo personal para asumir estas funciones de regulación y supervisión de un sector ferroviario liberalizado.

Tras la publicación en el BOE el pasado 5 de junio de la Ley 3/2013 que regula la creación de la CNMC, se abre ahora un proceso de cuatro meses en el que no sólo se tendrá que elegir al presidente y los nueve consejeros, sin duda el extremo que será más polémico por la lucha de poderes entre los partidos para colocar en el consejo a consejeros afines, sino que además se tendrá que hacer la contabilidad analítica de todos los costes y la separación por partidas muy definidas de las diferentes fuentes de financiación.

Y es que con la nueva CNMC, según los expertos consultados, camina hacia un modelo mixto más cercano al actual de la CNC, cuya partida económica proviene de los Presuspuestos Generales del Estado. Pero con la salvedad de que la CMT seguirá recibiendo su presupuesto de los operadores de telecomunicaciones y la CNE de lo que todos los ciudadanos pagan a través de su recibo de la luz.

La Çomisión Europea vigilará muy de cerca que las partidas queden muy bien definidas, dado que las operadoras de telecos, con Telefónica como gran pagadora a la cabeza, podrían recurrir ante Bruselas el hecho de que parte del dinero que aportan se desvíe a funciones o actividades de la CNMC que no se correspondan con las telecomunicaciones.

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