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La termosolar tiene una vía legal para librarse del recorte de primas de Soria

Central termosolar en Granada.

La energía termosolar es la única fuente renovable para la que, además de la tasa del 6% para todas las tecnologías de generación, se contempla un recorte (suave, eso sí) de las primas que recibe, según las líneas maestras que avanzó la semana pasada José Manuel Soria tras la aprobación del anteproyecto de reforma energética que aprobó el Consejo de Ministros. En concreto, el ministro de Industria planea dejar sin prima a la producción de estas centrales que se realice con gas natural. Pero las plantas tienen una vía legal para poder seguir cobrando prima aunque su producción no provenga del sol: sustituir el gas natural por biomasa.

Soria dijo el pasado viernes que la producción de estas plantas que se genere con biomasa (residuos vegetales) sí estará primada, ya que esta fuente (que a diferencia del gas, es autóctona), está “ligada a otro tipo de consideraciones”, como su impacto en el desarrollo rural.

Las centrales termosolares utilizan, en su inmensa mayoría, gas natural para mejorar su funcionamiento y lograr un arranque más rápido (pueden utilizarlo con un tope del 15% de su producción anual). La opción de sustituir ese combustible por biomasa es técnicamente viable (aunque costosa) y con encaje legal, según un reciente informe de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) publicado el pasado 30 de agosto, antes de que se aprobara la reforma, y aprobado a finales de julio.

En el informe, que responde a la consulta de una asociación (a la que la CNE no identifica) sobre la posibilidad de cambiar o añadir un combustible (en concreto, biomasa) a una planta de este tipo, la CNE concluye que sí se puede, aunque “es el órgano competente de la Comunidad Autónoma el encargado de autorizar una modificación de una instalación de régimen especial” recuerda. Y, aunque entiende que la prima se mantendría, subraya que corresponde a Industria “confirmar los extremos referidos a la cuestión de las consecuencias sobre el régimen económico primado de la concreta instalación afectada”.

Actualmente hay 774 MW termosolares en construcción y otros 1.581 MW que ya están en marcha

La posibilidad de quemar biomasa en lugar de gas natural puede aplicarse tanto a plantas como ya están en marcha como a las que todavía no lo han hecho, explican fuentes del regulador energético. Sin embargo, esta opción puede ser especialmente atractiva para las plantas que aún se están construyendo y cuya entrada en funcionamiento está prevista de aquí a finales del año que viene. Según la patronal del sector, Protermosolar, hay 774 megavatios (MW) en construcción y otros 70 MW inscritos en el prerregistro (la lista de espera del ministerio) pero que aún no han comenzado a construirse.

En el caso de los 1.581 MW que ya están en marcha, el cambio, aunque viable legalmente, parece más complejo y la inversión necesaría podría superar a los retornos obtenidos. “Sería una modificación sustancial y habría que ver si es técnicamente factible en cada planta”, señalan desde Protermosolar. La única central que utiliza biomasa, según esta asociación, es la que actualmente construyen Abantia y Comsa en Borges Blanques (Lleida).

El pasado viernes, Soria cifró el ahorro con el recorte de primas a la termosolar “en el entorno de los 50-60 millones, aproximadamente”, aunque indicó que dependerá de la producción de las plantas. La cifra no cuadra, ya que el sector calcula que la medida supondrá un recorte de entre el 12% y el 15% en las primas que reciben estas plantas, que a partir de 2014 ascenderán a 1.600 millones, según Protermosolar, aunque la patronal de las grandes eléctricas, Unesa, eleva esa cifra hasta los 2.000 millones.

Protermosolar es la única asociación que todavía no ha hecho pública su posición sobre la reforma, que ha puesto de acuerdo a todo el sector (con intereses muy diferentes y, en ocasiones, contrapuestos) en su rechazo.

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