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Las cinco grandes mentiras de Rajoy sobre el recibo de la luz

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria

El triunfalismo que destiló el pasado viernes el presidente Rajoy sobre su política energética se asienta sobre cinco pilares que bajo sus cimientos esconden grandes mentiras.

La más flagrante de ellas, la que más coste social puede llegar a tener, es la de vender una moderada subida de la luz como el gran triunfo de un Gobierno que se vio obligado a intervenir los precios de la electricidad para evitar a sus ciudadanos un incremento estratosférico del 11,5% en enero.

Desde hace años, el Ejecutivo y su Ministerio de Industria y Energía han sido advertidos por la CNE y la CNMV del foco de arbitrariedad y especulación que suponen las subastas trimestrales de la electricidad. Ni el Gobierno de Zapatero ni el actual han hecho nada por mejorar o sustituir este sistema que sirve para fijar casi la mitad del precio final que figura en el recibo de la luz.

Los técnicos de Industria sabían a mediados de diciembre que el mercado de futuros apuntaba a una fortísima subida en la subasta del jueves 19, que al final arrojó un inasumible incremento del 26% en el precio de la electricidad. Esto, traducido al recibo, suponía un alza para enero de entre el 11% y el 12%.

Los técnicos de Industria sabían con antelación que la subasta arrojaría subidas inasumibles pero no hicieron nada para evitarlo. Ha sido el presidente del Gobierno el que ha salvado al país del 'tarifazo'

Pero en un tiempo récord de 8 días, Rajoy ha sido capaz, con el preinforme de la CNMC (el documento definitivo sobre las posibles irregularidades de la subasta se conocerá la primera semana de enero), no sólo de anular la puja especulativa sino de fijar un precio de la luz para el próximo trimestre que ni en sus mejores sueños habrían imaginado los más de 18 millones de hogares que abonan el recibo, muchos de ellos con todos sus miembros en paro.

Rajoy ha fijado un precio "político y artificial" (según la patronal eléctrica); "electoral" (según fuentes políticas y empresariales) y "demagógico" (según algunas organizaciones de consumidores y expertos), que en nada se corresponde con la realidad y provocará más desajustes en el sistema eléctrico en 2014.

El precio de la luz en enero es "político" y "artificial" y pasará factura al sistema eléctrico, a las empresas y a los consumidores durante el resto de 2014

El Ejecutivo ha optado por la versión más light propuesta por la CNMC (media de los seis últimos meses de cotización de la electricidad) para que el término de energía se incremente un 1,4% y la parte regulada (los peajes: transporte, distribución, primas renovables…) un 0,9%. Así, el recibo subirá un 2,3%.

El segundo pilar del discurso de Rajoy fue que con esta decisión ya no habrá déficit de tarifa (la diferencia entre el coste de generar la electricidad y el precio que pagan los consumidores) en 2014 (el problema "ya está resuelto", sentenció).

Sí que habrá y mucho, aunque la Ley del Sector Eléctrico que acaba de entrar en vigor lo prohíbe, denuncian todas las fuentes del sector eléctrico consultadas.

Porque el déficit de tarifa (29.000 millones de euros acumulados) hasta ahora lo generaban sólo los desajustes en los peajes, pero con la intervención de los precios liberalizados de la electricidad, este otro componente del recibo generará por primera vez déficit el primer trimestre de 2014.

Por primera vez, la parte liberalizada del recibo de la luz generará déficit de tarifa, que en el primer trimestre podría rondar los 400 millones de euros

Según las estimaciones del sector, esta nueva deuda provocada porque el precio de Rajoy está muy por debajo del precio real que se negocia en el mercado de la electricidad podría dispararse a más de 400 millones de euros sólo en el primer trimestre.

Las comercializadoras que ahora cobrarán el precio fijado por el Ejecutivo tendrán que ser compensadas en el segundo y sucesivos trimestres por ese nuevo agujero que se generará entre enero y marzo y que recaerá en sus cuentas.

Y habrá que esperar a la decisión que tome el Gobierno sobre cuál será el sistema por el que se fijarán los precios liberalizados a partir del 1 de abril, ya sea subasta u otra fórmula alternativa, para ver si este componente del recibo seguirá generando déficit o dejará de hacerlo.

La tercera pata de su discurso: “No podemos tener la tercera electricidad más cara de Europa porque eso es contrario a la competitividad de las empresas españolas y es malo para la creación de empleo al ser uno de los costes más importantes. Porque además podemos producir el doble de energía eléctrica que la que consumimos. Esto no tiene explicación. Y hay que corregirlo".

El recibo de la luz tendrá que subir en los demás trimestres de 2014 para compensar el alza artificial fijado en enero y el nuevo déficit de tarifa

Nada más lejos de la realidad. La luz en España sí seguirá siendo la tercera más cara de la UE-28, ya que el Gobierno no podrá mantener durante todo 2014 el precio "político" de enero. Hay tanto déficit de tarifa que compensar de 2013, más el que se generará el próximo año, que el recibo subirá irremisiblemente en los siguientes trimestres, como ya reconocen oficialmente fuentes de Industria. Y es que por mucho que la Ley Eléctrica diga que generar déficit es ilegal, el déficit no parar de engordar.

El año que ahora concluye iba a terminar sin deuda eléctrica porque el Ministerio de Hacienda iba a liberar un crédito extraordinario de 2.200 millones de euros con cargo a los Presupuestos Generales del Estado para paliar parte de ese déficit. Además, 900 millones irían a enjugar los costes extrapeninsulares (generar electricidad en las islas, Ceuta y Melilla) y 500 millones de recaudación de nuevos impuestos también se destinarían a tapar las vías de agua del sistema eléctrico.

El ministro Cristóbal Montoro, mirando hacia Bruselas, no ha soltado ni un euro, así que 2013 acabará con un déficit de tarifa de entre 4.200 y 4.500 millones de euros, según las estimaciones del sector. Y será el recibo de la luz, con sus subidas en 2014 (en 2013 lo hizo en cuatro ocasiones), y los recortes de ingresos al sector eléctrico los que tendrán que paliar estos nuevos desequilibrios.

La política de "interés general" es la que ha cargado sobre las empresas del sector eléctrico y los consumidores los desequilibrios del sistema sin que el Estado haya aportado su parte

También el viernes, Rajoy, tirando del manual demagógico navideño, se enorgulleció de la política energética de su Gobierno, de los recortes aplicados al sector eléctrico y de las subidas de la luz por "interés general". Por "interés general" entiende el pontevedrés cargar sobre los ciudadanos y las empresas todo el esfuerzo para subsanar los déficits acumulados, porque de las tres patas que aguantan el 'chiringuito' eléctrico, la única que no ha cumplido su parte ha sido la del Ejecutivo, que se comprometió a costear vía PGE los extracostes (3.600 millones de euros en 20139 y no lo ha hecho.

No habrá recuperación económica en 2014 si no despunta la demanda eléctrica e Industria confirma oficialmente que este indicador no mejorará y se mantendrá en los niveles del año que ahora termina

También habló el presidente del Gobierno de 2014 como año de la recuperación económica, aseveración en la que no cree su propio Ministerio de Industria. Tres horas después de que Rajoy hablara, fuentes oficiales del Departamento que dirige José Manuel Soria, confirmaron que la demanda eléctrica el próximo año se mantendrán en los mismos niveles que 2013. Pocos indicadores son tan sintomáticos de la evolución económica de un país que el consumo eléctrico de su fuerza productiva.

Así las cosas, arranca un año duro, muy duro, para las empresas y los consumidores, que cargarán sobre sus espaldas importantes subidas de la luz que lastrarán su competitividad en el primer caso y su capacidad de compra y consumo en el segundo. La recuperación económica se antoja lejana.

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