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El relevo de Gallardón por Catalá deja sin presidente a la matriz de AENA a dos meses de su OPV

Rafael Catalá, durante su intervención en el desayuno organizado por Vozpópuli y Executive Forum

Los efectos de la dimisión de Alberto Ruiz Gallardón como ministro de Justicia han llegado al Ministerio de Fomento, toda vez que el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, pasará a sustituirle a partir de la próxima semana. El momento es especialmente inoportuno debido a la multitud de asuntos trascedentes que se encuentran encima de la mesa del gabinete que dirige Ana Pastor. Uno de ellos es la privatización del gestor aeroportuario AENA, cuya matriz, Enaire, es presidida por Catalá.

Aunque el anuncio del relevo de Gallardón llegó apenas unas horas después de su dimisión, los movimientos en el Ministerio de Fomento aún no han sido anunciados. No obstante, Catalá deberá abandonar en breve la presidencia de Enaire, precisamente en el momento en que el proceso de privatización de AENA se encuentra en su momento más álgido.

El pasado martes finalizó el plazo para la presentación de ofertas para la entrada en el capital de la compañía como parte del núcleo duro de inversores institucionales, cuya confección definitiva está previsto que se conozca el próximo 8 de octubre.

Precisamente el propio Catalá ha sido el encargado de dar detalles en los últimos días sobre la evolución del proceso al asegurar que se habían recibido varias muestras de interés por formar parte del núcleo duro del gestor aeroportuario. A partir de ahora, Catalá quedará al margen del proceso al cambiar de departamento, lo que podría repercutir en la evolución de la salida a Bolsa de AENA.

Por el momento, el calendario se mantiene sin novedades, con la estimación de la primera semana de noviembre como probable fecha para el debut en Bolsa del gestor aeroportuario.

Autopistas y liberalización ferroviaria

Pero el de la privatización de AENA no es el único asunto candente que está sobre la mesa de Fomento. El rescate de las concesionarias de autopistas de peaje continúa sin encontrar una solución definitiva. El último capítulo está relacionado con la negativa de la banca acreedora extranjera a aceptar el plan del Gobierno español, que incluye la asunción de la deuda de las compañías pero con una quita del 50%.

La licitación del título que permitirá por primera vez a un operador privado competir con Renfe en el transporte ferroviario de viajeros también está pendiente de resolución por parte del Ministerio de Fomento.

Catalá mantuvo contactos con diversas compañías interesadas en participar en el proceso con el fin de conocer sus puntos de vista y elaborar a partir de ellos el pliego de condiciones. Este proceso también deberá ser rematado sin contar con su participación.

Momento inoportuno

Fuentes de sectores afectados por la marcha de Catalá coinciden en señalar que no se trata del momento más oportuno para dejar el Ministerio de Fomento, habida cuenta del momento en el que se encuentran los mencionados asuntos. Si la OPV de AENA, que está previsto que sea una de las mayores de Europa, sufriera un inesperado retraso sería un revés para el Ejecutivo, que ha acelerado la maquinaria para que la operación pudiera cerrarse antes de fin de año.

Por otra parte, el asunto de las autopistas lleva demasiado tiempo sin resolverse y el hecho de que muchas de las concesionarias se encuentren en concurso de acreedores hace que los planes del Gobierno interfieran en estos procesos. El más notable es el de la concesionaria de la autopista AP 36 (Ocaña-La Roda), que ya ha tenido que aplazar en dos oportunidades la junta en la que se iba a decidir la liquidación de la sociedad.

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