Las cuatro empresas españolas candidatas a la expropiación en Latinoamérica

Tras la expropiación de YPF a Repsol y de la boliviana TDE a REE, la agencia de calificación de crédito Moody's descarta que esas operaciones sean un "presagio" de una tendencia en América Latina, aunque no descarta "nuevas expropiaciones". Otros no lo ven tan claro: Peter Bo Kiaer, analista de Saxo Bank, cree que "hay motivos para la preocupación" y existe "el riesgo" de que "esto sólo sea el principio". "Una vez es coincidencia; dos, es tendencia", resume.

Kiaer ha elaborado un listado de 22 multinacionales que, en su opinión, están "en riesgo por la tendencia a la nacionalización en Latinoamérica". En el ránking, ordenado en función de los sectores y países en los que operan las empresas y del peso de Latinoamérica en sus ingresos (un mínimo del 25%), figuran cuatro firmas españolas: Telefónica (la segunda con mayor riesgo), Santander (cuarta), Endesa (novena) y Gas Natural (décima). El analista no ha incluido a BBVA, que también tiene una importante presencia en la región, porque el banco obtuvo en 2010 un 18,2% de sus ingresos allí, inferior al 25% que se utiliza como referencia.

Por su parte, Moody´s, en un informe publicado hoy, cree que hay "claros" contrastes en la seguridad jurídica que ofrecen los países latinoamericanos y distingue (para bien) entre como Chile, México, Brasil, Perú y Colombia y (para mal) Venezuela, donde el Gobierno ha mostrado una mayor disposición a nacionalizar empresas y no se pueden descartar nuevas expropiaciones.

Una semana después de la expropiación de la boliviana TDE a REE, el presidente de la empresa española, José Folgado, ya está en Bolivia para negociar una compensación justa. Folgado ha viajado a La Paz acompañado por el director general de Transporte de REE, Carlos Collantes, y el jefe de Asesoría Jurídica, Rafael García de Diego. Antes de la primera reunión, el Gobierno de Evo Morales, que había prometido una indemnización "justa" para la española tras anunciar la expropiación, ha emitido una señal inquietante: el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, ha avanzado hoy que habrá una "pequeña o diminuta" compensación para la empresa, o quizá decida no pagar "nada".