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Empresas

Podemos ya no es el 'ogro' para las empresas de gran consumo; el nacionalismo tampoco

Pablo Iglesias, secretario general de Podemos

El año pasado la sombra alargada de Podemos y el populismo chavista planeó sobre las grandes empresas de consumo que se unen una vez al año en el congreso Aecoc, el más importante para las compañías que fabrican y distribuyen los alimentos que consumimos. Un video a lo Mad Max presentaba un futuro negro bajo imágenes de pobreza, volencia, desesperación y desolación basado en un capítulo del libro de Luis Garicano El dilema de España. Un año más tarde, ni rastro de Podemos entre las preocupaciones de la gran empresa reunida en Barcelona aunque los riesgos hoy, como ayer, siguen teniendo cariz político y en este caso cariz nacionalista. En la capital catalana, las críticas a los nacionalismos en los discursos inaugurales han sido flojas, como de pasada. Nadie diría que la intervención de la autonomía catalana sea hoy una opción más que posible, que el Parlament de Catalunya haya declarado su inicio de la redacción de la república catalana sin contar con el resto del Estado.

"Que me expliquen cómo se hace una Hacienda de un día para otro. Si viéramos la recaudación de IRPF y Sociedades de Cataluña nos sorprenderíamos"

Tampoco nadie diría que estemos hablando del sector alimentario, un sector que tanto en su vertiente industrial como distribuidora tiene una inclinación clarísima hacia Cataluña, sede de empresas muy relevantes como Danone, Unilever, Lidl, Aldi, la antigua Nutrexpa... El presidente de CEOE, Juan Rosell, ha querido quitar hierro al asunto: "Tendrían que explicar desde el punto de vista económico qué cosas son posibles y cuáles no. Que me expliquen cómo se hace una Agencia Tributaria de un día para otro y qué tipo de impuestos hablamos. Si por ejemplo hablamos de Especiales, esto se recauda en Madrid. En el caso de IRPF y Sociedades habría que ver la recaudación que hay en Cataluña y a lo mejor nos llevamos una sorpresa. Lo que no podemos hacer es poner sobre la mesa alternativas sin una base económica y de realismo detrás".

En su discurso ante los empresarios, muchos de ellos catalanes, Rosell había sido más suave, asegurando tan sólo que "en estos momentos ciertos políticos están intentado crear problemas cuando no debería haberlos pero ya tendrán su responsabilidad con la historia". Y ahí calló. Con cierto tono 'naive' argumentó de pasada cosas como "dentro de unos años, nuestros hijos no sabrán cuando pasamos de España a Francia, levantar fronteras va contra el signo de los tiempos".

En términos similares, como no queriendo pisar terreno fangoso, se expresó el presidente de Aecoc, Javier Campo, que se refirió al "riesgo político" también de pasada. "Lo que está pasando en Cataluña que independientemente de cualquier ideolgía genera un enfrentamiento entre Cataluña y el resto y una inseguridad jurídica".

Preguntas políticas incómodas

La partición Barcelona/Madrid pudo verse en la rueda de prensa al director general de la cárnica gironesa Noel, Joan Boix. Más de 7 u 8 preguntas y el tema político aún no había salido a la palestra, centrándose la prensa local más bien en los muy interesantes proyectos de expansión de Noel por Estados Unidos, en la ampliación de su fábrica de Sant Joan les Fonts así como en la ampliación de su surtido, hasta ahora centrado sobre todo en chorizo y en fuet. Pero una vez que se rompió el hielo con la política cayó una pregunta tras otra, todas ellas de periodistas con sede en Madrid. "Si supieran la de cosas que tengo por delante antes que preocuparme de cosas como esta", fue la respuesta de Boix a las insistentes cuestiones sobre cómo afectaría una eventual partición del país a su negocio. El problema, al parecer, no existe o es insignificante para las compañías alimentarias catalanas.

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