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El nuevo plan de proveedores pincha una burbuja de impagos de administraciones públicas cercana a 4.000 millones

Los Ayuntamientos volvieron a acumular deudas milmillonarias en facturas

El segundo plan de proveedores, que se puso en marcha en el último trimestre del pasado año, ha acabado con una burbuja de facturas impagadas que volvía a amenazar con colapsar los cajones y archivadores de ayuntamientos y comunidades autónomas. Las grandes empresas proveedoras de servicios habían acumulado cobros pendientes de pago valorados en más de 4.000 millones de euros.

La prolongación del plan ha evitado males mayores en las cuentas de las compañías y ha impedido que el tamaño de la burbuja creciera hasta cotas insostenibles. Sin embargo, no todo son buenas noticias. Este volumen de impagos se ha generado en apenas dos ejercicios, lo que prueba que las administraciones públicas no han variado un ápice su política de retrasar en demasía los pagos por los servicios prestados, lo que ocasionó precisamente la puesta en marcha del plan inicial.

El objetivo de esta medida era no sólo evitar que la burbuja de impagados generada inicialmente no fuera a más sino también que no volviera a producirse una situación como ésta.

No obstante, la rapidez con la que ha vuelto a generarse tal cantidad de impagos por parte de las administraciones públicas pone de manifiesto que éstas han hecho oídos sordos al espíritu de la medida puesta en marcha por el Gobierno.

Sin acortar los plazos de pago

Otro de los problemas que está por resolverse es la demora en el pago de aquellas facturas que llegan a satisfacerse. En este caso, los ayuntamientos están siendo especialmente ineficaces a la hora de tratar de acortar los plazos de pago, una circunstancia que siguen pagando los proveedores de servicios, especialmente los de menor tamaño, cuya situación en el pasado ha llegado a ser insostenible por los impagos de las administraciones públicas y también por los retrasos.

Una buena parte de los ayuntamientos comenzaron a acumular nuevamente facturas sin pagar incluso antes de que se ejecutara el primer plan de proveedores con lo que cuando los importes de las facturas antiguas fueron satisfechos ya se había generado una pequeña deuda proveniente de las nuevas.

Éstas dejaron de satisfacerse desde comienzos de 2012, cuando el primer plan de proveedores ya se encontraba en una fase avanzada. De esta forma, la nueva burbuja que comenzó a generarse comenzó a crecer sin freno. 

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