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Naciones Unidas descubrió en 2014 salarios "desconcertantes" en la Organización Mundial del Turismo

Taleb Rifai, Secretario General de la Organización Mundial del Turismo.

El inspector de Naciones Unidas Gérard Biraud advirtió en un informe elaborado en 2014 sobre el seguimiento de normas contables por parte de la Organización Mundial del Turismo (OMT) que el organismo habría ahorrado al menos 100.000 euros en un año si no hubiera pagado a directivos salarios que correspondían a puestos de una categoría superior.

El informe, encargado por la Dependencia Común de Inspección del sistema de Naciones Unidas, explica que los directores ejecutivos recibieron sueldos de subsecretario general “lo cual es desconcertante teniendo en cuenta que la organización ha sufrido fuertes restricciones presupuestarias (crecimiento nominal cero y crecimiento real cero desde hace muy poco)”. Los grados de los sueldos de los nuevos directores ejecutivos, señala la inspección, “no se habían reflejado nunca en los informes del Secretario General al Consejo Ejecutivo sobre la situación de los recursos humanos en la OMT”. Gérard Biraud indica en su documento que fue el equipo de Naciones Unidas el que descubrió dichos pagos al analizar “la documentación interna”, una constatación “confirmada posteriormente por la secretaría”.

Gérard Biraud indica en su documento que fue el equipo de Naciones Unidas el que descubrió dichos pagos al analizar “la documentación interna”

Tomando como referencia la escala de sueldos del personal de la OMT en 2012 , si los directores ejecutivos hubieran ocupado “un puesto de D2, la organización podría haber tenido un ahorro significativo, que hubiera ascendido sin duda a más de 100.000 euros anuales, sin tener en cuenta el ajuste por lugar de destino y el costo del personal de apoyo y otras prestaciones asociadas a los puestos de subsecretario general “.

El informe de Naciones Unidas señala que ya en una carta enviada en 2013 al Secretario General de la OMT, el jordano Taleb Rifai, se formuló la observación de que “en una comparación entre el porcentaje de funcionarios del cuadro de servicios orgánicos situados y remunerados en un grado superior al de D2 (conocidos a veces como «grados políticos») en la OMT con el de otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, el porcentaje de la OMT asciende al 9 por ciento, mientras que los porcentajes de otras organizaciones están todos en una horquilla entre el cero y el 2 por ciento”.

La OMT, que recientemente ha fichado a la exalcaldesa de Madrid Ana Botella como asesora del Secretario General, tiene su sede en la capital española desde el año 1975, y es el organismo de Naciones Unidas encargado de la promoción de un turismo responsable, sostenible, y accesible.

Fundación en Andorra

La existencia de una fundación participada por la Organización Mundial del Turismo y el Gobierno del Principado de Andorra, que como informó Vozpopuli la pasada semana ha supuesto la inclusión de una salvedad en las cuentas de la OMT de 2015, ya llamó la atención hace casi diez años de Naciones Unidas. Sin embargo, Fundación Themis mantiene en la actualidad el mismo estatus sobre el que al menos dos inspecciones realizadas por Naciones Unidas han advertido.

En 2009, la ONU señaló en un informe que se había detectado “reembolso de gastos sin justificación válida” y prácticas “cuestionables de contratación”

Un documento de 2007 titulado Themis Foundation Audit Report “había empezado a despertar dudas”, recuerda el informe de inspección elaborado por Naciones Unidas sobre la OMT en 2014. “La Fundación Themis proporciona servicios de formación que el Secretario General considera valiosos; sin embargo, se encuentra sujeta a la legislación nacional de Andorra, que no sigue las IPSAS [normas de contabilidad empleadas por Naciones Unidas]”, dice el informe de 2014. “En términos contables, las relaciones entre la OMT y la Fundación Themis podrían considerarse como un negocio conjunto conforme a la IPSAS (…), pero eso no significa una (…) medición clara del valor neto de los activos, ingresos y gastos de la Fundación, lo que requeriría por lo tanto algunos ajustes en la presentación de sus cuentas para que los interventores de cuentas externos de la organización pudieran trabajar”.

También en 2009 otra inspección sobre el seguimiento de la OMT en la recomendación de asimilación de normas contables, incidía sobre el funcionamiento de Fundación Themis. En 2009 Naciones Unidas señaló en un informe que se había detectado “reembolso de gastos sin justificación válida” y prácticas “cuestionables de contratación de personal de la fundación”.

A pesar de las advertencias de años anteriores, la Intervención General del Estado, que por vez primera ha auditado las cuentas de la OMT, incluye en su informe de auditoría del ejercicio 2015 del organismo dependiente de Naciones Unidas una salvedad relativa a la Fundación Themis y afirma que el “control interno” de la fundación “presenta muchas debilidades y, por tanto, ofrece poca confianza”.

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