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Carmena aprovecha la falta de Gobierno central para asfixiar la 'operación Chamartín'

Recreación de la 'operación Chamartín', que vive sus horas más críticas

El pasado viernes se celebró la última de las asambleas convocadas por el Ayuntamiento de Madrid para debatir sobre la ‘operación Chamartín’, a la que Ahora Madrid, el partido liderado por la alcaldesa, Manuela Carmena, se opone en los planteamientos actuales. En contra de lo esperado, la corporación municipal no expuso las conclusiones extraídas a lo largo de todas las reuniones que llevan celebrándose desde el pasado noviembre. “Seis meses perdidos”, como resumía en las últimas horas una fuente conocedora de la situación. El escenario ideal para el Ayuntamiento: pasa el tiempo, el fin de año está cada vez más cerca y con él la renuncia de Distrito Castellana Norte (DCN), la promotora de la operación, a llevarla a cabo.

El planteamiento inicial de las asambleas contaba con su finalización en febrero. En realidad, el objetivo era ocupar el tiempo hasta que pasaran las elecciones generales y se confeccionara el nuevo Gobierno de la nación. Llegaría entonces el momento de llevar los planes del Ayuntamiento para la ‘operación Chamartín’ a uno de sus actores principales: el Ministerio de Fomento, que en circunstancias normales ya no actuaría en funciones.

Sin embargo, el resultado de los comicios dejó encima de la mesa un problema irresoluble en términos de aritmética parlamentaria para conformar un nuevo Gobierno, lo que ha hecho que a estas alturas y con una investidura fallida incluida, el horizonte de unas nuevas elecciones, a celebrar a finales de junio, aparezca más despejado que nunca. Es decir, que el Gobierno seguirá en funciones durante algún tiempo. El necesario para dejar que la ‘operación Chamartín’ siga agonizando hasta sus últimos días.

Fomento dejó trazados antes de las elecciones planes muy concretos para la estación de Chamartín: su transformación en un moderno hub de transportes

Fomento es uno de los actores de la película que cuenta con mayores escenas y diálogo. Para empezar, es propietario, a través de Renfe y Adif, de más del 60% de los terrenos incluidos en la operación. Su venta a DCN, participada mayoritariamente por BBVA, reportaría a las maltrechas arcas de las dos sociedades públicas algo más de 1.200 millones de euros. Pero además, Fomento también dejó trazados antes de las elecciones planes muy concretos para la estación de Chamartín, uno de los elementos fundamentales de la operación: su transformación en un moderno hub de transportes especialmente enfocado a la conexión de la alta velocidad ferroviaria con el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, aprovechando la proximidad de ambos.

Fomento, una baza para DCN

Su actual situación de 'en funciones' le ata de pies y manos. Pero Fomento constituye actualmente la principal baza para DCN en busca de desbloquear la operación. Eso sí, siempre y cuando el nuevo Ministerio mantenga los planteamientos del anterior. Si esto es así, no aceptará de ninguna manera las tesis del Consistorio madrileño, cuyas líneas generales apuntan a un desarrollo urbano del norte de Madrid mucho más pequeño del planteado en la ‘operación Chamartín’. Y, además, financiado con dinero público, lo que implica decir adiós a los 6.000 millones de inversión que platea DCN y a los 1.200 millones que le corresponden a Fomento por los terrenos.

Vistos los nulos resultados del diálogo con el Ayuntamiento de Madrid, las expectativas de DCN se centran en el que puede darse entre Administraciones, es decir, entre Fomento y el Consistorio de la capital. “DCN tiene el derecho sobre los terrenos que ganó en concurso público hace más de 20 años pero, al fin y al cabo, no deja de ser un administrado”, apuntan desde fuentes políticas.

Sin embargo, para que se produzca ese diálogo, el Ministerio de Fomento en particular y el Gobierno de la nación en general tienen que dejar de estar en funciones. Y, a día de hoy, se antoja complicado. Esta situación ha provocado que el debate político se adueñe también de la ‘operación Chamartín’, lo que no favorece precisamente la agilización de los trámites para la aprobación definitiva del plan urbanístico que hace posible su inicio.

La influencia de la carrera por Moncloa

La prueba de este proceso de politización fue la postura mostrada por el PSOE en la última asamblea para debatir el futuro de la operación, el pasado viernes. La concejal socialista Mercedes González aseguró que, tal y como está planteada en la actualidad, Distrito Castellana Norte es “una equivocación política y financiera”. Unas palabras que llaman la atención toda vez que el PSOE fue impulsor del desarrollo urbanístico en sus orígenes, aunque no hay que remontarse tanto en el tiempo para encontrar manifestaciones a favor de la operación Chamartín desde las filas socialistas.

Sin ir más lejos, el ex portavoz del PSOE en el Ayuntamiento Antonio Miguel Carmona llegó a comparecer en rueda de prensa junto al presidente de DCN, Antonio Béjar, para pedir que el desarrollo urbanístico saliera adelante. Hace escasos días, Ángel Gabilondo, candidato del partido a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las últimas elecciones autonómicas, daba la bienvenida -en un encuentro informativo en el que participó- a las nuevas inversiones que llegaran a la región.

La promotora tiene claro su plazo: el 31 de diciembre de 2016. Si por entonces no está aprobado el plan urbanístico, abandona la operación

“Es difícil no establecer una relación entre estos movimientos y las negociaciones entre los partidos para intentar formar un gobierno para la nación”, señalan fuentes políticas municipales. Sin embargo, mientras más se prolongue este debate, menos futuro tendrá la ‘operación Chamartín’. La promotora tiene claro su plazo: el 31 de diciembre de 2016. Si por entonces no está aprobado el plan urbanístico, abandona la operación.

Tras la finalización de las asambleas convocadas por el Ayuntamiento sin conocer, por ahora, las conclusiones, DCN sigue esperando respuestas por parte del Consistorio. Aunque después de seis meses con este escenario y cinco escritos dirigidos a la corporación municipal con preguntas sobre la operación, que no han sido respondidos, las relaciones entre ambas partes están muy deterioradas.

El apoyo ciudadano

A partir de ahora, DCN seguirá a la espera de novedades, con las bazas de explotar el apoyo mayoritario de los ciudadanos a la operación y la posibilidad de contar con el Ministerio de Fomento como aliado. Y sin perder de vista la posibilidad de acudir a los tribunales al considerar que el Ayuntamiento ha incumplido los plazos para dar luz verde a la modificación de los planes urbanísticos que se aprobaron provisionalmente allá por el mes de febrero de 2015.

Mientras tanto, la promotora sigue lanzando mensajes, incluso a través de medios internacionales como Financial Times. La pasada semana, el diario británico publicó un reportaje sobre la operación en el que el presidente de DCN afirmaba que estaban perdiendo la paciencia y que había más destinos para la inversión prevista en Madrid.

Por el momento, la apuesta sigue firme. Los accionistas de la compañía (además de BBVA, también Grupo San José) desembolsaron recientemente los algo más de 23 millones correspondientes a la ampliación de capital aprobada a finales del pasado año. El último aliento financiero a un gigantesco proyecto que comienza a tambalearse peligrosamente.

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