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Las constructoras se plantean dejar a un lado a Fomento y negociar el rescate de las autopistas con Hacienda

El rescate de las autopistas tiene una fecha crucial el próximo lunes

El último plan de rescate de autopistas diseñado por el Gobierno ha vuelto a enfrentar a las grandes constructoras, principales accionistas de las concesionarias en quiebra, con el Ministerio de Fomento. La propuesta incluye una quita del 50% en la cantidad que la Administración adeuda a las compañías, unos 460 millones de euros, que en su día Fomento se comprometió a pagar en el plazo de un año.

Ha sido el último capítulo de una serie de desencuentros que han hecho a las grandes constructoras plantearse la posibilidad de negociar el rescate directamente con el Ministerio de Hacienda, como están haciendo las entidades financieras.

La mayoría de las propuestas económicas que Fomento ha trasladado a las compañías han sido tumbadas posteriormente por el departamento que dirige Cristóbal Montoro y han quedado en papel mojado, con el consiguiente malestar de las constructoras.

El presidente de la patronal Seopan, Julián Núñez, manifestó en público su descontento por la cuantía de la quita y también por el escaso margen para negociar, toda vez que el próximo lunes deben dar una respuesta a la oferta del Gobierno. No obstante, sea cual sea la respuesta, que se espera positiva, se abrirá un proceso de negociación para perfilar la propuesta.

Intensa negociación

Precisamente, será en este proceso donde entre en juego la estrategia de negociar las condiciones con Hacienda. A finales del pasado año, las grandes constructoras lograron arrancar de Fomento el compromiso de que el Gobierno pagaría las cantidades atrasadas en el plazo de un año, en lugar de los siete ejercicios que se había propuesto anteriormente.

A cambio, las concesionarias tan sólo contarían con una participación del 20% en la sociedad pública que aglutinaría los activos en situación de quiebra.

Pero entonces surgieron dos circunstancias que hicieron que todo se fuera al traste: la primera fue la negativa de las concesionarias de Ploder a formar parte de la sociedad pública de autopistas al considerar que podrían salir de la situación en solitario.

Los reparos de Bruselas

Este hecho complicaba la situación en tanto en cuanto la no inclusión de estas sociedades imposibilitaba el cumplimiento de las condiciones exigidas por la Comisión Europea para no considerar la creación de la sociedad como ayudas públicas ilegales.

Y en segundo lugar, la negativa de Hacienda a llevar a cabo este pago en un plazo tan corto de tiempo, precisamente cuando el Gobierno está complicándose el objetivo de lograr el déficit exigido por Bruselas.

Mientras, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha opinado este jueves que la propuesta del Gobierno de rescatar las autopistas de peaje en riesgo de quiebra aplicando una quita a la banca del 50% es muy dura, pero ha asegurado que la apoya porque es la única viable.

Botín ha apuntado que la aplicación de esta medida para sacar a las autopistas de la quiebra lo que supone para el Santander es cobrar un 50% menos de lo que la entidad bancaria tenía previsto obtener. "Concretamente nos supone un 50% menos de lo que teníamos previsto cobrar en este asunto", ha indicado el presidente del Banco Santander.

La banca tratará de que el Gobierno le asegure que los bonos con los que les pagará la deuda tengan garantía del Estado. 

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