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Los recortes en el Consorcio de Transportes de Madrid auguran otro ‘tarifazo’ para 2014

La ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, el pasado 19 de noviembre durante la firma de un convenio.

Nada está decidido aún, pero el avance del presupuesto del Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) no deja demasiado espacio: los recortes previstos para el año que viene afectarán a alguna de las empresas que componen el ente, como Metro de Madrid, y puede que se traduzca en un nuevo tarifazo para los usuarios en 2014. Serán 116 millones de euros menos los que dejará de recibir el CRTM, casi todos (105) retirados por decisión de la Comunidad de Madrid, que reduce un 12,5% su aportación.

"El 1 de enero (de 2014) las tarifas de transporte de la Comunidad de Madrid serán las mismas que las que tengamos en este momento este año", aseguró  la semana pasada el presidente regional Ignacio González. Sin embargo, los presupuestos aún no están desvelados y no sería la primera vez que se encarecen los billetes a lo largo del ejercicio. El Consorcio también regula otros transportes, como la EMT (autobuses) y Cercanías, pero la primera depende del Ayuntamiento y lo segundo de Renfe Operadora. Por el escaso abanico de opciones y por la experiencia de los tarifazos de 2011 y 2012, el impacto, de haberlo, se dará sobre todo en el suburbano.

Una medida impopular

El grueso del tajo se lo lleva la partida denominada compensación a los usuarios, que viene a ser la subvención que evita que las empresas entren en pérdidas (el Consorcio no puede hacerlo) debido a la diferencia entre los costes de explotación y los ingresos por tarifas. Esa subvención, necesaria para operar por la condición deficitaria de muchas sociedades, pierde 98 millones, quedándose en 878 millones. Todavía se desconoce el reparto de esta carga, pero con las cuentas que aparecen en el avance presupuestario el Metro o la EMT tienen que cuadrar sus números el año que viene. De ahí la posibilidad del tarifazo.

El encarecimiento del billete es una medida muy impopular, y 2014 es una fecha bastante cercana a las elecciones municipales y autonómicas del año siguiente. Eso podría suponer un freno para Ignacio González. Metro acaba de cerrar su Expediente de Regulación de Empleo, y EMT y Renfe Operadora (que gestiona Cercanías) van a empezar el suyo, por lo que más procesos de despidos parecen descartados.

Pocas alternativas

Así pues, las salidas que dispone el Consorcio parecen limitadas. Queda, es verdad, reclamar con más ahínco a algunas administraciones como Castilla la Mancha que abonen la parte que deben al Consorcio (los impagos castellano-manchegos ascienden a 20 millones), pero son cantidades que no traerán la solución al problema económico. La oposición socialista de Tomás Gómez exige al presidente regional que asegure la congelación de tarifas para todo el 2014 y que recupere “los servicios y las frecuencias de las líneas interurbanas que la Comunidad ha dejado de prestar. Los sindicatos prefieren esperar y guardar silencio, aunque Comisiones Obreras prevé convocar una rueda de prensa esta misma semana (previsiblemente el martes,) para abordar el asunto.

Antaño equilibrado por Comunidad y Ayuntamiento, Metro de Madrid vio en 2011 cómo el Consistorio se caía de la balanza al ceder al Ejecutivo regional su parte de la gestión de la empresa (y de paso el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón cerraba una vía de pérdidas con una deuda municipal desbocada). Y el metro madrileño es la joya del Consorcio Regional de Transportes, pero una joya cada vez más ajada. Entre enero y septiembre de este año, el Metro de Madrid ha perdido más de un 9% de usuarios y el servicio claramente ha empeorado en los últimos tiempos, como reflejan cada vez más los propios clientes en las redes sociales y también estudios de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El coste del billete, por su parte, ha escalado un 21% desde 2011. 

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