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Temor a una quiebra de autopistas en cadena por la pasividad de Fomento

Todas las alarmas se encendieron la semana pasada, cuando Accesos de Madrid, la concesionaria de las radiales R-3 y R-5, decidió acogerse a la figura del preconcurso de acreedores ante su delicada situación financiera. A partir de ahora, la sociedad tiene cuatro meses por delante para negociar con sus acreedores pero si el proceso no llega a buen puerto se verá obligada a solicitar definitivamente el concurso de acreedores.

De confirmarse se convertiría en la segunda concesionaria en verse abocada a la antigua suspensión de pagos, después de que lo hiciera la AP-41. Pero si el escenario no cambia de forma notable no será ni mucho menos la última.

Las concesionarias en apuros llevan tiempo esperando a que el Ministerio de Fomento aporte una solución, que no termina de llegar. Sin embargo, ha sido precisamente éste el argumento empleado por las sociedades ante la banca acreedora para solicitar los sucesivos aplazamientos del pago de la deuda. Las concesionarias pidieron a los bancos una pequeña tregua a la espera de que llegara el plan del Ministerio de Fomento.

Sin embargo, ha pasado el tiempo y, poco a poco, las oportunidades que han ido dando los bancos. El departamento que dirige Ana Pastor no ha concretado un plan que ayude a las concesionarias a salir del atolladero, de ahí que se extienda el temor a que los concursos se vayan sucediendo una vez que los aplazamientos solicitados a las entidades financieras vayan llegando a su fin.

El tráfico sigue desplomado

Mientras, las cifras de tráfico están lejos de recuperarse. La caída reflejada en los primeros meses del presente ejercicio estaba cerca de ser la mayor registrada en los últimos diez años y eso teniendo en cuenta que los registros de 2011 ya fueron notablemente reducidos.

Los números, con un descenso superior al 10% en la primera mitad del ejercicio, son los peores de la serie histórica de Fomento en el periodo enero-mayo. Parecía difícil superar los registros del ejercicio 2009, cuando se ponía fin a doce años consecutivos de incremento continuo en el tráfico de las autopistas de peaje con un notable descenso del 10,7% en los cinco primeros meses del ejercicio.

Sin embargo, la tendencia a la baja se había moderado durante 2010 y 2011, aunque el, signo negativo siguió marcando la tendencia. En 2010, el tráfico entre enero y mayo bajó un 1,7% mientras que el año pasado lo hizo un 5,6%. En el sector manejaban ya estas cifras con preocupación, ya que se trataba de descensos registrados sobre el ya considerable desplome de 2009. 

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