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El BdE limita la retribución de pagarés y estructurados sin tener competencia ni consultar a la CNMV

Luis Linde, gobernador del Banco de España

La limitación a la remuneración de pagarés y productos estructurados impuesta por el Banco de España al sector financiero español, enmarcado en su cruzada contra los extratipos, puede tener los días contados. La competencia sobre la legislación de estos productos financieros pertenece a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y no al supervisor bancario, que fraguó el cambio sin consultarlo ni ponerlo en conocimiento de la institución que preside Elvira Rodríguez.

La normativa sobre pagarés impide además establecer una norma que ponga tope a su remuneración, lo contrario de lo que ha previsto el organismo que preside Luis Linde, salvo la que marca el mercado en cada momento, explican en el mercado. Fuentes del Banco de España no han querido entrar a valorar esta situación. En la CNMV no han querido pronunciarse sobre esa falta de información por parte del supervisor bancario.

La CNMV es el órgano competente para regular tanto los pagarés como los productos estructurados debido a la mayor complejidad de estos instrumentos de inversión frente a los depósitos bancarios, de los que únicamente es competente el Banco de España.

Los pagarés son productos menos líquidos que los depósitos. No están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) así que, en caso de quiebra de la entidad, no existe ningún respaldo más allá del capital que tenga el propio banco para reembolsar a sus clientes. Además, se trata de un producto con menos liquidez. Si se quiere recuperar el dinero antes del plazo de vencimiento, se ha de acudir al mercado secundario de deuda, con el riesgo de pérdida de parte del capital invertido.

La prohibición se enmarca dentro de la imposición del Palacio de Cibeles a las entidades a terminar con la guerra de los depósitos

"El Banco de España metió en el mismo paquete a depósitos y pagarés para evitar que las entidades tuvieran una salida para sortear su mandato de acabar con los extratipos", explican desde el sector. Así sucedió el pasado año, cuando los bancos potenciaron la comercialización de pagarés entre los clientes minoristas ante la penalización que tenían que pagar por los extratipos al FGD.

El protagonismo adquirido por los pagarés entre el inversor minoritario hizo saltar las alarmas del Gobierno, durante el pasado verano, en plena tormenta de las reclamaciones por las preferentes. A cierre de agosto de 2012, el saldo vivo en pagarés, según datos de AIAF era de 78.335 millones de euros frente a los 21.667 millones de euros de hace tan sólo un año. Este crecimiento de los pagarés llevó a Economía a suprimir la penalización por los depósitos de alta remuneración el pasado 31 de agosto.

La CNMV no puede tomar ninguna decisión al respecto hasta que no exista una normativa o circular escrita por parte del Banco de España. "Probablemente, esa circular aparezca una vez que haya terminado la actual fase de consulta pública, a través de las informaciones que están apareciendo en los medios de comunicación, que parece que está diseñada para solventar errores", reflexionan en el sector.

Los pagarés y estructurados dependen de la CNMV al ser productos de inversión de mayor riesgo, menos líquidos y sin la protección del Fondo de Garantía de Depósitos

El Banco de España reunió a la gran banca, como adelantó Vozpópuli el pasado 10 de diciembre, para comunicarles el fin de la alta remuneración a los depósitos, desde principios de enero. En ese encuentro, también se indicó a los grandes banqueros que la norma se extendería a pagarés y productos estructurados comercializados a minoristas. Desde el supervisor se informó vía telefónica de la nueva imposición a los presidentes de otras entidades que no asistieron a ese encuentro. La mayoría de entidades han reducido la remuneración de depósitos y pagarés a los mínimos impuestos desde el Palacio de Cibeles.

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