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Lidl retira su proyecto para vender alimentos frescos por internet por ser demasiado caro

Klaus Gehrig, CEO del grupo Schwarz, al que pertenece Lidl

Lidl ha cerrado sus planes de proporcionar alimentos frescos por internet. La compañía prefiere que sus clientes vayan a las tiendas físicas y se provean ellos mismos de lo que necesiten, y considera que un proyecto de e-commerce a gran escala es demasiado caro e incompatible con su modelo de precios bajos.

La compañía ha confirmado esta decisión a Vozpópuli, si bien ha puntualizado que el paso atrás será tan solo para los alimentos, y concretamente los productos frescos. "Lidl no va a echarse atrás en sus actividades de e-commerce, pero sí que se ha echado para atrás en sus proyectos de enviar productos frescos", confirman a este diario desde Alemania. En lugar de invertir en mejorar sus procesos logísticos para competir en internet (un mercado que para alimentación apenas supera el 1% en España), los germanos pondrán todo su interés en su expansión norteamericana, que inician ya mismo con la apertura de 20 tiendas. En su web -que sí funciona en Alemania, Bélgica y Holanda- seguirá encontrándose casi todo.

Durante un tiempo, Lidl ha probado un concepto 'click and collect' (similar al que utiliza El Corte Inglés en sus centros) en Berlín, que finalmente ha abandonado por sus costes logísticos. Este proyecto fue idea de su anterior CEO Sven Seidel, que abandonó la compañía en febrero de forma sorpresiva por diferencias irreconciliables con la dirección.

En España, Lidl no ha tomado la decisión de lanzar ningún proyecto de e-commerce como si lo han hecho otros grandes como Mercadona (que pierde 40 millones de euros al año), DIA (que está poco a poco ampliando espacios) o Carrefour (que ha entrado en el juego incluso de los envíos ultrarrápidos). Todos ellos han visto cómo Amazon irrumpió en verano pasado con su servicio Prime Now para productos frescos, primero en Madrid y luego en Barcelona.

Los norteamericanos han removido el sector, pero tras unos primeros meses donde todas las grandes cadenas aseguraban que apostaban también por el crecimiento en internet y la alimentación fresca, algunas estrategias parecen estar cambiando, sobre todo las de aquellos que, como Lidl, juegan en el segmento del bajo precio.

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