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Leganés es un paraíso para las grandes petroleras, según un informe de Competencia

Gasolinera de BP en el centro de Leganés.

Leganés, el quinto municipio más poblado de la Comunidad de Madrid (184.209 habitantes), comparable por tamaño a capitales de provincia como Santander o Almería, se parece mucho a un caramelo para los tres grandes operadores del mercado español de distribución de carburantes, Repsol, Cepsa y BP.

Estas tres compañías se reparten las ocho estaciones de servicio con las que cuenta esta localidad (diez, si se cuentan dos ubicadas en autopistas de peaje), pocas si se tiene en cuenta su población; además, no hay ningún operador independiente y, en julio del año pasado el alcalde de la localidad, un teórico liberal como el popular Jesús Gómez (que durante años le escribía los discursos a la entonces presidenta madrileña, Esperanza Aguirre), decretó una norma que supuso una moratoria para la instalación de nuevas estaciones de servicio.

Unas características singulares que han llevado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a llamar la atención sobre el “elevado grado de concentración” del mercado de distribución de carburantes de esta localidad madrileña, que pese a su tamaño y nivel de servicios (cuenta con ocho polígonos industriales y cuatro centros comerciales), cuenta con un “reducido” grupo de estaciones de servicio que abastecen un consumo muy superior al de la media nacional y al de otros municipios comparables.

Así, la CNMC ha constatado, en un informe publicado este jueves, que “en Leganés no existen instalaciones independientes [no vinculadas a ningún operador mediante un contrato de exclusividad de suministro] como suele observarse en otros entornos de características similares”, “un hecho llamativo, no observado ni en los restantes entornos peninsulares analizados hasta la fecha ni en los municipios limítrofes”, que tiene como resultado “una menor presión competitiva sobre las estaciones de servicio allí instaladas”.

Así, el organismo considera que “la entrada de las instalaciones independientes supondría un aumento de la intensidad competitiva en el entorno” que “permitiría a los consumidores disfrutar de precios sensiblemente más bajos”, según el superregulador.

Por ello, Competencia insta al Ayuntamiento pepinero a eliminar la moratoria a la instalación de nuevas gasolineras que aprobó el consistorio el pasado 12 de julio mediante una suspensión cautelar en el otorgamiento de licencias urbanísticas (tanto en trámite como futuras) durante el plazo de un año, por ser “desproporcionada y contraria a la competencia” y chocar con la ley 11/2013 de Medidas de apoyo al Emprendedor y de estímulo de la creación de empleo que aprobó ese mismo mes.

“En ausencia de instalaciones independientes más agresivas en precio, la competencia intermarca no resulta tan intensa como la de otros entornos”, por lo que las diferencias de precios son “significativamente más estrechas” que en los mercados con más operadores independientes, “que pueden llegar a ofrecer rebajas respecto al precio medio de hasta 13 céntimos de euro por litro”.

El resultado es que, si bien los precios finales de venta al público en Leganés son “siempre inferiores a la media nacional”, la explicación está en que la Comunidad de Madrid aplica un tramo autonómico del llamado céntimo sanitario muy inferior al máximo aplicado en la mayoría de las comunidades autónomas (1,7 céntimos de euro por litro, frente a los 4,8 céntimos de otras regiones).

Así, “todo parece indicar”, concluye la CNMC, que en Leganés “hay una menor presión competitiva, que permite a los operadores y distribuidores apropiarse parcialmente del posible margen que conferiría la menor fiscalidad”.

Por suerte para los consumidores leganenses, no todo son malas noticias. Casi todas sus gasolineras se gestionan bajo el régimen de venta en firme (en lugar de ser comisionistas), lo que les dota de “cierto poder y autonomía frente a los operadores” y permite “una relativa competencia intramarca”. Según la CNMC, a la luz de este análisis, que en buena medida se podría aplicar a la totalidad del mercado español (dominado por las tres grandes del sector), “se podría decir que el régimen de venta en firme dota de mayor autonomía a las estaciones fomentando la competencia entre las mismas”.

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