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El malestar de Japón por el recorte a las renovables enturbia la visita oficial de Rajoy

El Príncipe Naruhito de Japón, en su visita a España de junio pasado con el Príncipe Felipe.

El príncipe heredero de Japón, Naruhito, realizó una visita oficial a España en la segunda semana de junio, enmarcada en la celebración del Año Dual España-Japón. Uno de los temas candentes que se trataron en la visita fue el malestar de las compañías japonesas que han invertido en España en energías renovables en los últimos años por los fuertes recortes a la retribución, algunos de ellos de aplicación retroactiva, diseñados por el Ejecutivo.

En aquel momento, la delegación nipona arrancó el compromiso verbal del Gobierno de Rajoy de tratar de suavizar el impacto de la reforma energética en el sector renovable.

Pero el 12 de julio, el Consejo de Ministros sacó adelante la reforma asestando un nuevo golpe a las tecnologías verdes, al eliminar el sistema de pago de primas por producción para sustituirlo por una nuevo modelo de rentabilidad razonable que aún se está definiendo y que tiene patas arriba a todo el sector.

El embajador de Japón en España, Satoru Satoh, esperaba del Gobierno español un gesto favorable de cara a salvaguardar las inversiones niponas en las renovables españolas antes de que Rajoy iniciara mañana martes su visita oficial al gigante asiático.

No ha sido así y el embajador ha trasladado la preocupación a su Gobierno, encabezado por el primer ministro, Shinzo Abe, en los días previos a la visita oficial de Rajoy, según confirman a Vozpópuli fuentes solventes.

Hay fuertes inversiones de compañías y bancos japoneses en el sector renovable, así como alianzas estratégicas con socios españoles para el desarrollo de nuevos proyectos no sólo aquí, sino también en otros países como Japón, que tras la catástrofe nuclear de Fukushima se han abrazado firmemente al desarrollo de las tecnologías verdes.

Sólo en plantas termosolares, las compañías japonesas tienen comprometidos 2.000 millones de euros de inversión, buena parte de ellos financiados a su vez por entidades nipones 

Sólo en plantas de generación termosolar, las compañías japonesas tienen comprometidos 2.000 millones de euros de inversión que ahora peligran por el cambio de las reglas del juego decidido por el Ministerio de Industria.

Gigantes de la talla de Mitsubishi Corporation (aliado de Acciona), Mitsui (socio de FCC) e Itochu y JCG Corporation (partners de Abengoa), respaldados a su vez por entidades financieras niponas como Mitsubishi Tokyo UFJ Bank, Mitsui Sumimoto Bank o Mizuho Bank, entre otros, han trasladado su descontento por la situación en España a su Gobierno, lo que según las fuentes consultadas, va a enturbiar la visita oficial de Rajoy esta semana.

Al igual que ya han hecho otros gobiernos como el estadounidense o el alemán, que se han quejado a Rajoy y a los ministros de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y de Industria, José Manuel Soria, por la inseguridad jurídica de España y los cambios regulatorios retroactivos, ahora le toca el turno al Ejecutivo nipón.

Sobre la visita planea no sólo la queja formal que se trasladará a Rajoy y su comitiva por la situación actual sino la amenaza velada de cara al futuro. Japón prepara un gran plan de impulso a las energías renovables para compensar el apagón nuclear y su excesiva dependencia de la generación eléctrica con fuentes contaminantes (carbón y gas) y gigantes españoles como Abengoa, Acciona, Isolux, Gamesa e Iberdrola, entre otros muchos, quieren participar y gozan de gran admiración internacional por los grandes proyectos puestos en marcha en otros países.

Los recortes del ministro Soria afectarán a las empresas españolas que quieren participar en el plan de impulso a las renovalbes de Japón tras la catástrofe de Fukushima

El azote del Gobierno español a los inversores internacionales presentes en España en el sector renovable, entre ellos los japoneses, se podría volver como un bumerán contra los intereses españoles en ese atractivo y multimillonario salto a las energías verdes que prepara el país del sol naciente.

Resulta paradójico además que Rajoy viaja a Japón con el dossier actualizado de la Marca España bajo el brazo, con el objetivo prioritario de vender las bondades de la economía española y sus grandes multinacionales, así como fomentar los intercambios de inversión entre los dos países y sus compañías señeras.

Sorprende que Rajoy venda la Marca España en Japón en un momento en el que aumenta la desconfianza de los inversores internacionales por la inseguridad jurídica tras los cambios regulatorios retroactivos

"Es quizá el peor momento para nosotros. Ir a Japón a vendernos como compañías líderes en energías renovables cuando en España, nuestro Gobierno cambia continuamente la legislación para hundir la rentabilidad de las inversiones, lo que además va a provocar una avalancha de litigios y arbitrajes internacionales y un buen número de los denunciantes van a ser precisamente japoneses", señala a Vozpópuli un alto directivo de una compañía renovable.

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