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Inditex, rey del trabajo temporal: la mitad de su plantilla no llega a los 2 años de antigüedad

Uno de los talleres de costura de Inditex en Arteixo, Coruña

Un gigante del trabajo... temporal. Inditex, la empresa textil más importante del mundo y segunda por capitalización bursátil en el Ibex, mantiene una altísima rotación de trabajadores, que entran y salen de ella con gran facilidad. El 50% de su fuerza laboral a nivel mundial, compuesta por 137.000 empleados a 31 de enero de 2015, no lleva ni dos años en la empresa. Por ello, solamente la mitad (70.000) tendrán derecho a un bonus si la compañía aumenta sus beneficios en el año contable que empezaron el 1 de febrero.

Estos datos son reconocidos por la propia Inditex en su informe de auditoría recientemente enviado a CNMV. En el mismo se hace una división de los empleados con los que cuenta la compañía: 8.500 en fabricación y logística, 9.300 en servicios centrales y 120.000 en tiendas. Tres de cada cuatro son mujeres, una proporción que se invierte en el consejo de administración, donde sólo hay 2 mujeres de 9 miembros. De ellos, sólo la mitad podrán acceder al bonus que la compañía presidida por Pablo Isla ha comprometido si aumentan los beneficios de la cotizada, y que sólo podrán recibir aquellos empleados con más de dos años en la empresa.

Sindicatos de Zara hablan de la división entre "antiguos y jóvenes" en la compañía, con condiciones totalmente distintas

La temporalidad laboral en el sector textil no es algo propio de Inditex sino extensible a la mayoría de compañías del ramo. Sin embargo, expertos en recursos humanos consultados por este periódico han mostrado su sorpresa porque sea tan alta en el imperio gallego. "Es difícil de entender que la rotación que podemos considerar `'normal' en el negocio, por bajas voluntarias y despidos puntuales -aún siendo cierto que en este sector es alta- les permita mantener casi el 50% de la plantilla por debajo de dos años de antigüedad", comenta un experto en recursos humanos que prefiere no revelar su nombre.

Fuentes de Comisiones Obreras en Zara, la empresa que supone las dos terceras partes de las ventas de Inditex, aseguran que existe una suerte de división entre 'castas' en la compañía: "Por una parte estamos los contratos antiguos, que por ejemplo tienen derecho a cobrar los festivos, y por otro lado los nuevos contratos, que pueden trabajar de lunes a domingo sin cobrar festivos (...) Como tenemos salarios muy bajos, lógicamente a todo el mundo le interesa trabajar domingos y festivos para completar, pero a la empresa no le interesa". Otra diferencia, aseguran estas fuentes sindicales, se produce en las comisiones, ya que "la compañía no pagaba comisiones por venta a la gente que contrataba nueva, aunque esta batalla la hemos resuelto tras dos años de litigio después de que en 2011 empezaran con este nuevo sistema de contratación". De este modo, asegura la organización de representación de los trabajadores, la empresa toma partido de una gran masa de gente joven muy poco sindicalizada.

"Muchos estudiantes"

Fuentes de Inditex han asegurado a Vozpópuli que en ningún caso la alta rotación y el uso de gente joven obedece a "una estrategia dirigida": "El 80% de los empleados de Inditex en España, el país que tiene la plantilla más numerosa, tienen contratos indefinidos. De hecho, la retención del talento es clave en un grupo como el nuestro en el que la inmensa mayoría de los puestos de responsabilidad son cubiertos mediante la promoción interna", aseguran. Al contrario, el hecho de que la mitad de trabajadores de la empresa no lleve ni dos años en la compañía revela una característica común a todo el sector de la distribución: "Tanto en España como en el resto del mundo, una parte de la oferta de empleo en tienda es cubierta por personas que, precisamente, buscan puestos de trabajo para un periodo de tiempo flexible determinado, compatibles con el desarrollo de otras actividades y planes de futuro que no están vinculados con una carrera profesional en el sector. Un buen ejemplo de ello serían los puestos de trabajo que cubren estudiantes, que buscan ingresos en una actividad compatible con sus estudios y por un determinado periodo".

Además, se recuerda que la generación de empleo del grupo es muy fuerte de un año para otro y que los nuevos empleos en los últimos dos años son 20.000. La plantilla ha aumentado en 9.000 personas entre el cierre de 2013 y el de 2014, y el coste laboral del grupo alcanza los 2.932 millones de euros.

"Deberían mejorar"

No obstante, desde dentro de la empresa se reconoce que hay que mejorar la contratación indefinida para puestos no cualificados, tal y como asegura David Martínez, periodista de esta casa y autor del libro 'Zara: Visión y estrategia de Amancio Ortega': "En Inditex, cuando se les planteó la comparación con Mercadona, otra empresa que se vanagloria de tratar bien a sus empleados, algunos reconocieron que tienen profesionales con más de 40 años pero sobre todo en puestos como tejedores. Y que en el futuro deberían mejorar la contratación indefinida para puestos no cualificados. Los sindicatos comentan que los que tienen más antigüedad son hasta accionistas de la empresa, pero hay un grueso de la plantilla que no llega a 2 años por una rotación que hace la empresa en previsión de no aumentar las gratificaciones".

Los sindicatos de Zara aseguran que el intento de la empresa por pagar menos domingos y festivos ha sido intenso en los últimos años

En general, asegura Martínez, los sindicatos de la compañía se muestran contentos porque los trabajadores con más antigüedad tienen muchos cursos de formación interna y posibilidad de tener formación, lo que puede desembocar en una mejora de contrato. En zonas como su sede central de Arteixo, Coruña, el empleo que genera Inditex es muy relevante. Además, no utiliza Madrid como centro logístico, aunque podría hacerlo y aparentemente sería más eficiente. Es por ello que los sindicatos juegan una carta cautelosa, con pequeñas protestas internas pero en general "muy adormecidos".

Inditex se ha caracterizado siempre por fomentar la promoción interna y la búsqueda de la meritocracia. Hace unos meses sorprendieron operaciones como el fichaje de María Fanjul para su negocio digital pese a una gestión bastante polémica en Entradas.com. Sin embargo, incluso el propio presidente de la compañía, Pablo Isla, fue contratado por Amancio Ortega después de ser recomendado por headhunters, en una operación poco habitual en las grandes empresas españolas, con más tendencia a decidir los puestos directivos en base a vínculos familiares o de grupos de presión.

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