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Sobrecostes, bajas temerarias y peajes disparados: el cóctel que acorrala a OHL en México

Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL

La publicación de unas grabaciones realizadas a alto ejecutivos de la filial mexicana de OHL, en las que el presidente de la sociedad llega a hablar de fraude en relación con determinadas actuaciones de la empresa, han situado en un lugar complicado al grupo español de construcción y concesiones. El grueso de las conversaciones se centra en el llamado Viaducto Bicentenario, una concesión que la compañía se adjudicó en 2010 con una oferta de peajes muy reducidos que, posteriormente, se reveló como insostenible financieramente.

La dura pugna por hacerse con la concesión del Viaducto Bicentenario, una vía para descongestionar los accesos a la capital azteca y facilitar la conexión con otras autopistas, terminó con la victoria de OHL México, que logró imponerse a rivales tan notables como Ideal, la concesionaria controlada por Carlos Slim, e ICA, uno de los grandes grupos constructores de toda Latinoamérica.

OHL México obtuvo la mejor puntuación, entre la oferta técnica y económica, con un resultado ajustado. Por entonces, se coincidió en apuntar que una de las claves había sido el precio de los peajes incluido en la propuesta del grupo español: 1,20 pesos, un 45% por debajo de la oferta de Slim y cerca de un 65% inferior a la de ICA.

A comienzos del presente año, OHL México anunció un incremento de los peajes en el Viaducto Bicentenario de ni más ni menos el 30%. La prensa local destacó por entonces que la cifra se situaba 7,5 puntos por encima de la inflación y que no se correspondía con una ampliación de la vía.

Sobrecostes y quiebra

Precisamente, pocos días antes de esta decisión se registraron las conversaciones entre directivos de OHL México que fueron grabadas y, posteriormente denunciadas por un articulista local en el diario azteca La Razón. En ellas, varios directivos de OHL México hablan sobre una reunión con autoridades de la Secretaría de Economía de México (presuntamente para que aprueben la subida de los peajes), dado que el planteamiento de la concesión está llevando a la empresa “a la quiebra”.

En las conversaciones, los directivos también hablan de sobrecostes a la hora de llevar a cabo la construcción de la vía. El presupuesto de 4.000 millones de pesos (unos 225 millones de euros) se fue hasta más allá de los 10.000 millones, lo que aseguraba márgenes del 25% a la constructora.

El momento culminante llega cuando el presidente de OHL México, José Andrés de Oteyza, escucha que la compañía se apuntará las cifras correspondientes a la tercera fase del desarrollo del Viaducto Bicentenario, cuando ésta, en el mejor de los casos, comenzaría a construirse más allá del año 2030. “Esto es un fraude, Pablo”, dice a Pablo Wallentin, el contacto político del grupo español en México.

Desplome bursátil

El tan notable incremento de los peajes ha levantado las sospechas sobre la actuación de la compañía, que se han visto corroboradas con las grabaciones publicadas. Sobre ellas, la empresa ha asegurado que se realizaron de una forma ilegal, por lo que se reserva su derecho de acudir a los tribunales.

Sin el incremento de los peajes, las cifras no salían, entre otros factores porque, como admiten los directivos en las grabaciones, las previsiones de tráficos del Viaducto Bicentenario estaban infladas. Unido al factor de los sobrecostes, confeccionaba un escenario del que OHL sólo veía como salida el brutal incremento de los peajes, sin ninguna justificación.

La penalización de los mercados ha sido brutal. OHL cerró la sesión del jueves con un desplome del 9,1%. OHL México fue suspendida de cotización en la bolsa azteca el miércoles, cuando sus caídas superaban el 11%. Tras el levantamiento de la suspensión, los títulos de la filial mexicana prolongaban su particular calvario y perdían más de un 5% adicional. 

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