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Starace, el agresivo ejecutivo que llegó a Enel de la mano Renzi

Francesco Starace, ex consejero delegado del grupo público Enel y vicepresidente de la española Endesa.

La mano dura ha llegado a Enel de la mano de Francesco Starace, el agresivo ejecutivo italiano que fue elegido por Matteo Renzi, primer ministro italiano, para dirigir una de las empresas más emblemáticas del estado transalpino. El gigante energético correspondía fielmente al perfil de empresa pública que no hace mucho ruido a nivel interno y que se convierte en santo y seña de Italia fuera de sus fronteras.

Bajo la batuta del moderado Fulvio Conti, Enel se puso al servicio del Gobierno de Zapatero para tomar el control de Endesa de la mano de Acciona. Cambió el Gobierno italiano y Renzi decidió aupar a Starace el cargo de consejero delegado del grupo, después de haber estado al frente de la división renovable del grupo desde 2008. El directivo (1955) afianzó el posicionamiento del grupo público en las energías renovables y sacó adelante con éxito a Bolsa Enel Green Power. Su currículum le colocaba en una posición de privilegio de cara a un posible relevo al frente de Enel. Así ocurrió en 2014, cuando el Gobierno italiano decidió darle un nuevo impulso a un grupo que cargaba con una abultada deuda por su agresiva expansión internacional cuyo máximo exponente fue la compra de Endesa a un precio entonces considerado desorbitado (41,3 euros por acción).

Los que le conocen afirman que no le tiembla el pulso a la hora de afrontar polémicas decisiones como sacar de Endesa sus activos latinoamericanos

Starace saltó al corporativo de Enel con ganas de cambiar. Y lo hizo. No ha tardado mucho en aplicar su plan ("le gusta hacer las cosas de forma directa y rápida", dice un directivo del sector) para darle la vuelta a Enel. Entre sus medidas más polémicas está la decisión de sacar del perímetro de la española Endesa, de la que es propietario, todos sus activos latinoamericanos, lo que ha provocado que la empresa presidida por Borja Prado se haya quedado con un tamaño de casi la mitad de lo que era.

Starace dejó claro que el dueño de Endesa es Enel y que su plan estratégico para trasladar esos activos 'españoles' al grupo italiano es lo mejor para que todos los negocios latinoamericanos estén coordinados y la compañía pueda actuar como una sola en todo el subcontinente.

Los que le conocen valoran en él su capacidad de decisión y su mano dura a la hora de aplicarlas, tal y como se pone de manifiesto en las lecciones que dio a los universitarios de Roma de las que informa Vozpópuli. No le tiembla el pulso a la hora de afrontar decisiones polémicas y tampoco se echa para atrás ante los gobiernos que regulan sobre el sector energético.

En algunas ocasiones, le ha enmendado la plan al gobierno chileno y también al español por algunas de sus medidas. Sigue gozando de la confianza del Ejecutivo de Renzi y en España ocupa la vicepresidencia de Endesa. Ha vuelto a colocar a la compañía española en Bolsa y siempre se ha especulado con la posible venta de ésta tras absorber Enel sus valiosos activos latinoamericanos.

Sólo han sido rumores. Por ahora, Endesa se queda en manos de Enel, por decisión expresa de Starace.

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