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‘Road-show’ de Florentino por Oriente Medio en busca de socios para ACS

Florentino Pérez busca apoyos accionariales en Oriente Medio

ACS rastrea el mercado de Oriente Medio en busca de nuevos socios. El presidente del grupo de construcción y servicios, Florentino Pérez, ha mantenido una serie de encuentros con inversores de la región para “venderles” la compañía con el objetivo de incorporar a algunos de ellos al accionariado de la compañía. El ejecutivo ha decidido mover ficha en busca de nuevos inversores estables ante el reciente repliegue de los March y el distanciamiento con los financieros Alberto Alcocer y Alberto Cortina, los Albertos.

Una indiscreción del jeque dubaití Mansour bin Zayed, que divulgó a través de las redes sociales fotografías de su reciente encuentro con Pérez (que tuvo lugar el pasado domingo), se ha convertido en la prueba gráfica de un ‘road-show’ que el también presidente del Real Madrid ha tratado de desviar hacia cuestiones futbolísticas, toda vez que el jeque es el dueño del equipo inglés Manchester City.

Pero Mansour bin Zayed cuenta con atractivos mucho más interesantes. Por ejemplo, forma parte del consejo de la Abu Dhabi Investment Authority (ADIA), el brazo inversor del más próspero de los Emiratos Árabes Unidos y uno de los fondos soberanos más poderosos del mundo. En definitiva, una de las personas clave en lo que se refiere a la toma de decisiones.

El objetivo de Florentino Pérez es incorporar un socio estable a ACS, que adquiera una participación significativa en la compañía, con varios objetivos. El primero de ellos es asegurarse un apoyo dentro del grupo, toda vez que la relación con la mayoría de sus principales socios en el grupo se ha enfriado.

Banca March, de retirada

Así, Banca March, que todavía se mantiene como primer accionista de ACS, ha reducido significativamente su participación en los últimos dos años, lo que ha sido interpretado en los mercados como una clara señal de retirada. Corporación Financiera Alba, la sociedad de cartera de los March, ha vendido sendos paquetes del 1% en las últimas semanas.

Además, los banqueros se han mostrado muy críticos con la gestión de Florentino al frente de ACS, especialmente por el agujero que ha supuesto para la compañía la desinversión en Iberdrola. De hecho, a lo largo del pasado ejercicio el puesto de Pérez estuvo en más de una ocasión en el aire por el deseo de los March de relevarle.

Mientras, la relación de Pérez con los Albertos, históricos compañeros de viaje en ACS, tampoco es la mejor. La supresión del dividendo a cuenta de los resultados irritó de forma especial a Alcocer y Cortina, que vieron cómo algunas entidades financieras nacionalizadas procedían a ejecutar las garantías que sustentaban los créditos que les concedieron en su día y que no eran otras que títulos de la constructora.

Además, los Albertos vendieron por su cuenta otro paquete de la compañía y recientemente se han deshecho de un 3% en la papelera Ence, su otra gran apuesta bursátil.

Un mercado de 300.000 millones

La segunda meta de Florentino Pérez es abrir de par en par para ACS las puertas del más que emergente mercado de las infraestructuras en la región y más concretamente en los Emiratos Árabes. El programa gubernamental incluye licitaciones valoradas en 300.000 millones de dólares en el que la compañía quiere participar de forma activa.

La otra gran alternativa para los objetivos de Florentino es Qatar, aunque las posibilidades en este escenario se reducen de forma notable, toda vez que el brazo inversor de este país ha sido empleado en dos ocasiones para defenderse precisamente de Florentino: por parte de Hochtief para tratar de frenar la OPA de ACS; y por parte de Iberdrola para sumar apoyos contra la entrada de la constructora en su consejo de administración.

Abu Dhabi sabe perfectamente lo que es invertir en España, especialmente con la adquisición de la petrolera Cepsa.

No obstante, la publicación de las fotos en las redes sociales por parte de Mansour bin Fayed ha dejado muy frío a Florentino Pérez, que conoce muy bien el carácter extremadamente reservado y desconfiado de los inversores de la zona. Algunos han insinuado al presidente de ACS que si al jeque dubaití le hubiera seducido la idea jamás hubiera permitido que el mundo entero supiera del encuentro.

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