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Los Del Pino cierran la repatriación de sus instrumentales y traen a España la matriz holandesa de su ‘family office’

Casa Grande de Cartagena, el 'family office' de los Del Pino, vuelve a ser español

La familia Del Pino ha concluido el proceso de repatriación de las sociedades instrumentales que poseían en el extranjero, especialmente en Suiza, Holanda y Luxemburgo, con la domiciliación en España de Profesa Investment, matriz de su ‘family office’ Casa Grande de Cartagena. Los empresarios han tardado menos de un año en realizar los movimientos después de la apertura de un expediente por parte de la Dirección General de Grandes Contribuyentes de Ministerio de Hacienda, ante la posible existencia de un delito fiscal.

La última operación en este proceso ha tenido lugar hace escasas fechas, con la domiciliación en España de Profesa Investment BV, instrumental radicada en Amsterdam y que fue utilizada hace más de diez años por los Del Pino para controlar parte de su participación en Ferrovial.

Posteriormente, la participación canalizada a través de Profesa Investment pasó a Casa Grande de Cartagena hasta los Del Pino reorganizaron su participación en Ferrovial, que pasó a ser controlada de forma íntegra por Portman Baela, otra de sus sociedades patrimoniales, que adquirió las acciones de la constructora que estaban en poder de la primera.

Con el dinero ingresado por la operación, Casa Grande adquirió participaciones relevantes en diversas cotizadas, que ha ido deshaciendo paulatinamente con posterioridad.

Procedimiento paralelo

Tras realizar estos movimientos, Casa Grande pasó a estar controlada al 100% por Profesa Investment, que a partir de ahora estará domiciliada en España bajo el nombre de Profesa III, según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publicado este lunes.

La estrategia de la vuelta a España de estas sociedades comenzó en el verano del pasado año, cuando los Del Pino repatriaron desde Suiza la instrumental Vistasierra AG, hasta ese momento domiciliada en la localidad helvética de Zug. Al trasladarse a España, la sociedad pasó a denominarse Vistasierra II.

Este primer traslado se produjo poco después de que, como informó Vozpópuli, la familia Del Pino negociara con Hacienda un acuerdo para evitar que el expediente abierto en su día por la Dirección General de Grandes Contribuyentes por la expatriación de los dividendos de sus empresas a Holanda para no tributar en España continuara adelante.

Al parecer, la posible repatriación a España de sociedades domiciliadas en el exterior formó parte de las negociaciones mantenidas con Hacienda por este asunto y que culminó con el acuerdo citado anteriormente.

A vueltas con plusvalías y dividendos

Precisamente, Portman Baela depende de una sociedad domiciliada en Países Bajos y denominada Sobla Beleggingen BV, lo que llevó a Hacienda a la apertura del correspondiente expediente por lo que consideró “prácticas fiscales agresivas” con el objetivo de sacar el dinero de España para no tener que tributar por dividendos.

De esta forma, después Vistasierra y otras sociedades radicadas en Suiza y Luxemburgo, le llegó el turno precisamente a Sobla Beleggingen BV, que ostenta históricamente el 100% del capital de Portman Baela, la sociedad instrumental a través de la que la familia Del Pino controla sus acciones de Ferrovial, valoradas a precios actuales de mercado en algo más de 4.950 millones de euros.

De esta forma, los principales accionistas de Ferrovial se beneficiaban de las ventajas fiscales con las que cuentan las sociedades holandesas.

Así, cualquier plusvalía derivada de una operación de venta de activos no tributaría en España, en virtud de un convenio que nuestro país tiene con Holanda, pero tampoco lo haría en el estado centroeuropeo, toda vez que las BV están exentas en la mayoría de los casos de la tributación por plusvalías.

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