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Fainé frena el ímpetu colombiano de intervenir Gas Natural pero vuelve sin pacto

El presidente de Gas Natural Fenosa, Isidro Fainé.

Gas Natural sigue teniendo un serio problema en Colombia pero, al menos, se ha asegurado seguir negociando para encontrar una solución. La cumbre entre el presidente de la compañía, Isidro Fainé, y el del país latinoamericano, Juan Manuel Santos, sirvió al menos para enfriar la tensión entre las partes y alejar algo las sombras de una posible intervención de la filial Electricaribe, cuyas tensiones amenazan desde hace tiempo con un corte de suministro eléctrico en la zona del Atlántico, donde presta servicio a 2,5 millones de habitantes.

No se puede decir, sin embargo, que los avances de las maratonianas sesiones de trabajo celebradas el viernes y el sábado hayan dejado como fruto sensible avances en las posiciones de ambas partes. El Ejecutivo colombiano, con la atención dividida por la irrupción de la noticia de un nuevo acuerdo en el proceso de paz con las FARC, insistió ante Fainé y Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural, en la necesidad de que la compañía inyecte de forma casi inmediata 200.000 millones de pesos (unos 60 millones de euros) para atajar las deudas que, actualmente, presenta Electricaribe con las generadoras de energía y con el gestor del sistema eléctrico local.

Mientras, la empresa también se ratificó en su postura inicial: la situación de su filial colombiana deriva del masivo y continuado en el tiempo impago de las facturas, del que no sólo participan los usuarios convencionales (muchos de ellos residentes en zonas de rentas muy bajas, los denominados en Colombia barrios subnormales) sino también instituciones dependientes de las Administraciones Públicas como escuelas, ayuntamientos y hospitales, entre otros.

Y también del fraude generalizado en el consumo de electricidad. En total, más de 1.100 millones de euros que se contabiliza pero no se ingresa en realidad.

Posturas enfrentadas

Los dirigentes de Gas Natural argumentaron que poner más dinero sin que se modifique para nada el sistema actual sólo contribuiría a agrandar aún más el agujero. Porque otra de las quejas de la compañía es que la Justicia local, a la que ha acudido en repetidas ocasiones para denunciar las citadas incidencias, no ha actuado en consecuencia, en muchas ocasiones porque la Ley no permite el corte del suministro por impago ni a centros como escuelas y hospitales ni en el entorno de los barrios subnormales.

El pasado viernes, Fainé y Santos coincidieron en la mesa de negociación y pudieron intercambiar impresiones al respecto de la situación. Al menos, la sensación es que el talante del Gobierno colombiano es de negociación. Si en algo estuvieron de acuerdo las dos partes es que bajo ningún concepto podría haber un corte del suministro en la región.

Sin embargo, hubo algo más: sobre la mesa tampoco se puso la posibilidad de una intervención de Electricaribe por parte del Ejecutivo local. Al menos, por ahora.

Las negociaciones continúan

De este modo, Fainé emprendió la vuelta a España el domingo, día en el que ya no hubo encuentros, pero el resto del equipo negociador, con Rafael Villaseca a la cabeza, se quedó en suelo colombiano. Porque las negociaciones proseguirán, a ritmo intenso, a partir de mañana, dado que hoy es festivo en Colombia por la celebración de la independencia de Cartagena.

Se da la circunstancia de que durante la semana, Electricaribe deberá afrontar nuevos pagos y garantías por la electricidad que adquirió en el último mes y que tiene pendientes debido a su delicada situación financiera. En este contexto deberán desarrollarse las próximas reuniones sobre el futuro de la compañía.

El acuerdo para la protección de inversiones bilaterales entre España y Colombia, invocado por Gas Natural el pasado 12 de julio por esta situación, establece un periodo de seis meses para resolver la contienda antes de acudir a los tribunales internacionales de arbitraje. Aun restan dos para intentar resolver un escenario que ha supuesto ya para la compañía un agujero reconocido superior a los 1.300 millones de euros y unas provisiones sólo en el actual ejercicio de 150 millones.

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