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Facebook recula ante la polémica por proponer un filtro de la bandera de Francia y no del Líbano

Foto de perfil del CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, tras los atentados de París.

El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, se ha visto obligado a responder a las críticas vertidas sobre la reacción de la compañía ante los atentados de París del pasado viernes 13 de noviembre. Por un lado, la red social activó la ya conocida herramienta Safety Check -un localizador de usuarios en el lugar del desastre que permite a estos reportar a sus contactos si se encuentran a salvo-, por otro, ofreció una posibilidad fácil y sencilla de solidaridad con las víctimas mediante un filtro con la bandera de Francia para aplicar en las fotos de perfil.

Muchos usuarios han reclamado a la compañía la incorporación de la herramienta Safety Check y filtros con banderas para países de Oriente Medio que sufran atentados

Sin embargo, el no haber reaccionado de la misma manera ante el doble atentado suicida del jueves 12 de noviembre reivindicado por el ISIS contra el barrio de Burch Barachne, en Beirut, le ha jugado una mala pasada a la multinacional y muchos de sus usuarios, en especial, quienes tienen su origen en países de Oriente Medio, han reclamado a la empresa la incorporación de las mismas aplicaciones cuando se trata de ataques en otros países como el Líbano.

"¡Gracias a todos los que han llegado con preguntas y preocupaciones acerca de esto! Tienen razón en que hay muchos otros conflictos importantes en el mundo. Nos preocupamos por todas las personas por igual, y vamos a trabajar tan duro como podamos para ayudar a las personas que más sufren estas situaciones", ha dicho Zuckerberg tras las duras críticas. A partir de la ola de atentados y tiroteos en la capital francesa, parece que la política de la red social habilitará la herramienta Safety Check no solo en catástrofes naturales, sino también en las provocadas por terroristas.

La polémica de la bandera en España

En España, al igual que en otros países occidentales no fue hasta dos días después del doble atentado en Beirut, cuando gran parte de la sociedad se hizo eco de lo ocurrido en Líbano a través de las redes. La secuencia de atentados perpetrados en París la noche del viernes provocó en muchos la necesidad de solidarizarse con las víctimas al día siguiente y ahí estaba Facebook para brindarles la bandera. Según la empresa un total de 4,1 millones de usuarios utilizaron esta insignia.

Si bien miles de ciudadanos optaban por usar el estandarte del país vecino, otros tantos les recriminaron el no haber hecho lo propio con la enseña del Líbano. A través de su blog My Way, el periodista Eric Lluent escribió un post titulado El peligro de ponerse la foto de perfil con el filtro de la bandera francesa, una reflexión que se ha hecho viral a través de las redes sociales -el domingo ya anotaba cerca de 8 millones de visitas- y que ha provocado todo tipo de debates a nivel nacional, no exentos de polémica.

"Me pregunté por qué no me propusieron [Facebook] lo mismo con el Líbano y llegué a la conclusión de que si te pones la bandera francesa, estás apoyando la visión del mundo de esta multinacional", dice Eric Lluent

"Fue una reacción personal como ciudadano a la propuesta del filtro de Facebook. Me pregunté por qué no me propusieron lo mismo dos días antes con la bandera del Líbano y llegué a la conclusión de que si aceptas la opción de ponerte la bandera francesa, estás apoyando la visión del mundo de esta multinacional", explica Lluent.

"No es un estudio, no soy un experto en terrorismo o en la situación política en los países árabes, solo era una opinión sobre por qué ocurren desgracias cada día y solo reaccionamos en masa ante algunas. He recibido insultos de todo tipo, pero lo que más me dolió es que no se entendiera el texto, ya que no estaba criminalizando a quienes se ponen el filtro", dice.

Sobre por qué no se hicieron alusiones en las redes sociales a la tragedia de Beirut y sí se recurrió a esta ciudad cuando algunos decideiron manifestar su solidaridad ante la masacre de París, Lluent asegura que los ciudadanos no tienen la culpa de que no se les haya informado con el mismo tipo de cobertura mediática. "Es imposible dar la misma cobertura que con Francia por una cuestión de proximidad, pero en este caso recibimos una avalancha de noticias y sin embargo, no tenemos ni idea de lo que pasa, por ejemplo, en Afganistán", comenta el periodista.

Jesús Gutiérrez, profesor de Ciencia Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid y miembro del Colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología, considera que "los medios de comunicación no son entes ajenos a las personas, sino que están dirigidos por estas". "La cercanía, no solo geográfica, sino también en cuanto a los valores, implica una estimación diferente", dice.

Vacuna colectiva ante las desgracias

"El filtro de Francia es la política seguida por una empresa occidental dirigida a un público con unos valores determinados que se han visto amenazados", añade Gutiérrez. Aunque destaca que es "demoledor", el experto asegura que los seres humanos tenemos umbrales de saturación y que nos acostumbramos a los atentados y desgracias si estas se repiten habitualmente.

"Por ejemplo, la trágica muerte del niño sirio [Aylán Kurdi] en la playa turca provocó una reacción colectiva ante el drama de los refugiados, pero han seguido muriendo niños y pasa desapercibido. Es una forma de defensa en una sociedad castigada", afirma. "No está bien, pero es así. Se trata de una especie de vacuna colectiva para protegernos de las desgracias", analiza.

"Cuando una tragedia se repite con regularidad, acabamos banalizándola y convirtiéndola en rutinaria", dice el sociólogo del IESA-CSIC Eduardo Mollano

Para Eduardo Mollano, sociólogo del Instituto de Estudios Sociales Avanzados-CSIC (IESA), la tendencia a ponerse la bandera de Francia responde a que "somos seres de cercanía". "Cuando le ocurre alguna desgracia a un familiar reaccionas de una forma distinta a cuando le ocurre a alguna persona que no conoces. Pasa lo mismo con los países vecinos, nos sentimos cercanos físicamente, emocionalmente y culturalmente", señala.

Además, coincide con Gutiérrez en la "excepcionalidad" de lo ocurrido. "Cuando una tragedia se repite con regularidad, acabamos banalizándola y convirtiéndola en rutinaria, pero en casos como el de Charlie Hebdo, llama más la atención", dice.

Sin embargo, asegura, los yihadistas han atentado más contra países árabes que occidentales. "En una sociedad global como la nuestra la libertad y la tolerancia forman parte del ADN. Conciliar la libertad y la seguridad es complicado, pero tenemos que acostumbrarnos", opina.

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