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La gran banca se niega ante Industria a conceder una quita a las plantas solares en crisis

Mantenimiento en una planta solar.

El Ministerio de Industria y Energía teme que tras los nuevos recortes a las renovables que irán en la reforma energética haya una avalancha de entrada en concurso de acreedores y cierres de plantas fotovoltaicas (unas 60.000 instalaciones) y termosolares (45 centrales en operacón), las más afectadas por los ajustes. Sólo a las renovables, el Gobierno prevé aplicarles un nuevo recorte de primas de entre 1.000 y 1.100 millones de euros, que se suman a los de los últimos años (tanto con el Gobierno de Zapatero como con el actual).

En este contexto de gran preocupación, el Secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, llamó a consultas hace unas semanas a los principales bancos que financiaron desde 2007 la burbuja de las plantas solares para pedirles un esfuerzo adicional: les planteó que estudiaran quitas parciales en los créditos de aquellas instalaciones que están al borde del colapso por impago.

La respuesta de la gran banca ha sido un rotundo 'no'. Nadal se vio con representantes de la Asociación Española de Banca (AEB), de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), del Santander, del BBVA, de Bankia y de La Caixa. Todos ellos se comprometieron con el Ministerio a ser más flexibles a la hora de refinanciar los miles de créditos que han concedido en los últimos años a los promotores solares para adaptarlos a la nueva situación de recortes, pero en ningún caso, por muy desesperante que sea, aceptarán una quita parcial voluntaria.

Habrá plantas que entrarán en concurso de acreedores, con lo que los bancos acreedores tendrán que soportar nuevos activos tóxicos, en este caso no inmobiliarios sino renovables

De haberla tendrá que ser por la vía tradicional, que el dueño de la planta entre en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) y que sea la administración concursal la que decida la salvación del proyecto o su liquidación definitiva. En este caso, los bancos se quedarían con más activos tóxicos, aunque en lugar de ser inmobilarios serían renovables.

Tampoco vieron con buenos ojos los banqueros la otra propuesta del hermano del jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, de bajar los tipos de interés de los préstamos que se concedieron en tiempos de vacas gordas. La mayoría de estos créditos iban a tipo fijo y en sindicato de bancos, por lo que no pueden beneficiarse ahora de lo bajos que están los tipos variables.

La exposición del sector bancario nacional e internacional al sector renovable en España es altísima. Los apalancamientos financieros de los proyectos solares son de media del 80%, lo que da idea del peso del crédito bancario en su desarrollo. La banca es acreedora de unos 30.000 millones de euros sólo en proyectos solares y todas las alarmas han saltado cuando grandes propietarios de plantas y otros no tan grandes han llegado a Industria con las "llaves de la instalación por delante", según fuentes del sector, avisando de que con los nuevos recortes cerrarán algunos de sus proyectos.

No hay datos desagregados, pero además de las entidades antes citadas la banca mediana también está 'pillada' en el sector solar. Entidades como el Sabadell o el Popular y las antiguas cajas de CCAA como Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León, entre otras, también financiaron muchos proyectos. Y en el apartado de la banca extranjera la preocupación es mayor, no sólo por su exposición al sector sino por el temor a que la oleada de conflictos arbitrales y judiciales abiertos por los fondos internacionales contra el Reino de España acabe dilatándose en el tiempo y provocando el impago de los créditos.

También hay organismos públicos internacionales como el BEI que están 'pillados'. La entidad que, por ahora, codirige la líder socialista andaluza Magdalena Álvarez ha metido sólo en el sector termosolar 1.300 millones de euros.

Gigantes de la talla de FCC, Sacyr, ACS y Siemens ya han provisionado sus plantas en previsión de que, en el peor de los casos, tengan que dejarlas caer por ser inviables

De hecho, ya hay grandes empresas como FCC, Sacyr, ACS, Florida Power, Elecnor y Siemens, entre otras, que han decidido provisionar sus plantas termosolares para amortiguar el impacto en sus cuentas del posible cierre de éstas. Por supuesto, todas ellas y muchas más tienen en venta sus proyectos solares en España, los ofrecen a precios de saldo y ni siquiera los fondos buitre han mostrado un interés claro por comprarlos.

Ante la grave situación que vive el sector, la gran banca sí se ha comprometido con el Departamento que dirige José Manuel Soria a ser más flexible a la hora de refinanciar los créditos, facilitando plazos más cómodos para los pagos, siempre y cuando el Gobierno dé garantías tales como alargar los años de cobro de las subvenciones (las instalaciones tiene derecho a cobrar la prima verde por 25 años) o certidumbre jurídica de que ya no habrá más recortes en los años venideros.

Eso sí, todo está en el aire, a la espera de que por fin el Gobierno apruebe la dichosa reforma energética, que podría ir en alguno de los próximos Consejos de Ministros o, como ya ocurrió en 2012, posponerse para el otoño, opción esta última que da pavor a todo el sector en pleno y al propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ya se ha quejado a su Gabinete del enquistamiento de la situación. Rajoy no quiere más quejas de Bruselas y ha exigido a Soria y a Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, que se pongan de acuerdo para solucionar de una vez el problema del déficit de tarifa, que ya supera los 28.000 millones de euros.

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