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Endesa se enfrenta a multas de más de 70 millones por provocar graves incendios en Andalucía y Cataluña

Dos bomberos trabajando en la extinción del incendio de la Sierra de Gádor (Almería), ocurrido en 2014.

"Me sentí impotente", dice María Eugenia Rufino, alcaldesa de Salobreña (Granada). "Veía las llamas y no paraba de llamar al teléfono de Endesa de incidencias; pero sólo respondía una máquina", lamenta recordando el incendio ocurrido el mes pasado en la localidad granadina provocado presuntamente por un cable de alta tensión de la compañía energética. "La máquina comunicó el incendio como una incidencia por baja tensión, en lugar de alta tensión, y la compañía no aplicó el protocolo debido, según reconoció el jefe provincial de Endesa", comenta en una conversación telefónica mantenida con Vozpópuli. La alcaldesa ha denunciado el siniestro ante Industria.

En enero otro incendio ocurrido en Albinyana (Baix Penedes, Cataluña) movilizó a una veintena de dotaciones de bomberos; se quemaron unas 20 hectáreas y en su extinción también trabajaron dos helicópteros. El consejero de Interior del Gobierno catalán apuntó como causa del suceso a la caída de un cable de una estación de Endesa; también el sindicato CCOO responsabilizó a la compañía del suceso.

"La cantidad de incendios ocurridos por un cable que se cae, un poste de madera de 50 años que arde... no es normal", dicen en CCOO Endesa 

En lo que va de año la compañía española controlada por la italiana Enel ha sido acusada ya al menos en dos ocasiones de haber provocado un incendio. Basta con escribir en Google las palabras Endesa, e incendio, para leer numerosas noticias sobre desastres presuntamente provocados por la compañía. En los últimos 21 años decenas de miles de hectáreas de campo, más de 50.000, parajes protegidos, han ardido en España por incendios de los que presuntamente es responsable Endesa. Y hay que hablar de “presuntamente” porque Endesa recurre y recurre las sentencias que condenan a la compañía.

El último recurso presentado ha sido, este año, al Tribunal Supremo, por uno de los peores incendios ocurridos en el país en las últimas décadas. En 1994 ardieron 45.000 hectáreas en el gran incendio forestal sucedido en Gargallà (Barcelona), en el que murieron tres personas; un juzgado de primera instancia de Barcelona emitió una sentencia en 2012 en la que condenaba a Endesa al pago de 37 millones de euros por su responsabilidad en la quema de 25.800 hectáreas en aquel fuego. La sentencia fue recurrida y el pasado mes de noviembre la Audiencia de Barcelona confirmó la anterior decisión judicial al considerar que el fuego se originó por el mal estado de una línea eléctrica gestionada por Endesa; al aplicar el IPC para actualizar la sanción, esta alcanzaría los 70 millones de euros. Pero recientemente, como confirman en Endesa a Vozpópuli, la multinacional energética ha vuelto a recurrir, esta vez al Tribunal Supremo.

A pesar de que la sanción que afronta Endesa por el siniestro del incendio de Gargallà puede alcanzar los 70 millones, la compañía sólo estima en sus cuentas del pasado ejercicio un perjuicio de 24 millones de euros. Y no sólo por ese siniestro. El grupo energético informa en su último informe financiero que existen "tres procedimientos judiciales en curso contra Endesa Distribución Eléctrica, S.L.U. por incendios forestales en Cataluña de los que pudiera resultar la obligación de atender diversas reclamaciones por daños y perjuicios por importe superior a 24 millones de euros".

Otro de los grandes incendios presuntamente provocados por Endesa en Cataluña ocurrió en 1998. El 18 de julio de aquel año las llamas devastaron cerca de 18.000 hectáreas de 16 municipios, de las que 12.559 eran de vegetación forestal. El fuego se originó en Aguilar de Segarra el 18 de julio; no fue extinguido hasta el 30 de julio. Diez años después, en 2008, la Audiencia de Barcelona condenó a dos años de prisión a dos cargos de Endesa por aquel suceso y al pago de diez millones de euros. El juez señaló en la sentencia que la línea eléctrica de la empresa se encontraba "en evidente mal estado, ya que, aparte de su antigüedad, que se remonta al año 1913, tenía los cables de tierra cortados y las torres estaban oxidadas".

La Junta de Andalucía reclama a Endesa 35 millones por el incendio de 2014 de la Sierra de Gádor, el peor desastre ecológico en Almería en años

Endesa sostiene que entre 2012 y 2015 ha invertido 110 millones de euros sólo en Cataluña en el cuidado de tala forestal. La representación sindical de CCOO en Endesa en Cataluña considera que no es suficiente. Y responsabiliza directamente a la empresa de los incendios. "Se deben a la falta de mantenimiento; Endesa ha reducido la inversión en mantenimiento, subcontrata empresas para ello, son instalaciones muy viejas, lo venimos denunciando desde hace tres o cuatro años", indican. "No es que Endesa no haga nada", apuntan, "pero a la vista está que no es suficiente, la precariedad en el empleo es la causa". El sindicato añade que sería necesario implicar también "a las administraciones públicas; lo hemos denunciado a la Generalitat, hemos hecho manifestaciones, pero siguen ocurriendo". En algunas zonas "la inversión en mantenimiento se ha reducido un 40%; la cantidad de incendios ocurridos por un cable que se cae, un poste de madera de 50 años que arde... no es normal", subrayan.

El último gran incendio por el que ha sido acusado Endesa ocurrió en 2014. En marzo de ese año ardieron 3.500 hectáreas en la Sierra de Gádor (Almería). Fue el peor incendio ocurrido en España ese año; uno de los mayores desastres ecológicos de los últimos años sucedidos en la provincia de Almería. Cientos de efectivos trabajaron en su extinción, entre ellos 129 militares; helicópteros, dos hidroaviones, doce vehículos. Pinares con 80 años prendieron a toda velocidad. Durante dos días ardieron nogales, enebros, acebuches, matagallos, jarillas... El caracol chapa (Iberus gualtieranus), en peligro de extinción, perdió su hábitat; en 2010 fueron liberados 20 ejemplares de este tipo de caracol con forma de fósil aplastado, nacidos en cautividad, en la Sierra de Gádor. Camaleones, perdices, jabalíes, liebres, búhos, águilas... padecieron aquel desastre.

Endesa negó que se debiera a la caída por el viento de una torreta eléctrica de su propiedad. "La primera llamada que recibí el día del incendio ya me comunicó que se debió a la caída de un poste de Endesa", recuerda el alcalde de Alhama de Almería, Cristóbal Rodríguez. "El incendio duró dos días, hacía mucho viento... Había senderos, era un pulmón verde de entrada a las Alpujarras... no creo que volvamos a ver esos pinares... la gente mayor cree que son irrecuperables, cada vez llueve menos y es muy difícil reforestar", comenta. "Han pasado dos años y no se ha hecho nada", dice. "El terreno ardido es municipal, si alguien tiene que denunciar debería ser la Junta de Andalucía", señala.

El pasado 11 de enero Endesa recibió demanda judicial por aquella catástrofe. La Junta de Andalucía reclama a la compañía una indemnización por daños y perjuicios "derivada de un incendio presuntamente provocado por una línea ubicada en Paraje Gatuna en Alhama de Almería y que provocó daños y perjuicios en 3.259 hectáreas en terrenos de titularidad pública y privada consideradas zona de peligro", informa Endesa en sus cuentas de 2015, presentadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores hace dos semanas. "Se reclaman 35 millones de euros por gastos de extinción, daños medioambientales y pérdidas por el incendio en productos", añade la compañía presidida por Borja Prado. El pasado día 5 de febrero Endesa respondió a la demanda oponiéndose.

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