Quantcast

Empresas

Santander cierra su fondo de inmuebles singulares tras la 'operación Canalejas'

La culminación de la 'operación Canalejas' también ha supuesto el fin de Santander Global Properties, el fondo de activos inmobiliarios singulares creado por la entidad financiera en el que se incluyen algunos de los edificios más atractivos de su cartera, tanto los situados en España como en el extranjero. El objetivo era atraer a los inversores institucionales y mostrarles una inmejorable carta de presentación con vistas a colocar en el mercado de la mejor manera posible la pesada carga del ladrillo.

Sin embargo, los objetivos no se han cumplido. No ha faltado el interés de los inversores, especialmente de fondos europeos y americanos especializados en el sector, pero las ofertas no se han concretado y, finalmente, tan sólo se ha culminado la venta de la manzana de Canalejas y con la muy directa intervención del presidente del Santander, Emilio Botín, y de su homólogo en el comprador, Juan Miguel Villar Mir.

El inventó no ha funcionado de la forma esperada. Especialmente empeñado en vender activos singulares en Madrid, como la antigua sede de Banesto y sus edificios adyacentes (la manzana de Canalejas) y el Edificio España (adquirido a Metrovacesa en 2006 por Banif para su fondo inmobiliario, que llegó a ser el mayor del país), Emilio Botín situó al frente de Global Properties a un histórico de la casa, Luis María Arredondo, comisionado a los efectos de lograr colocar estos activos con el fin de minimizar daños.

Santander busacaba desde hacía mucho tiempo una salida para la antigua sede de Banesto, que estaba en desuso y que únicamente suponía un lastre en el balance de la entidad financiera. Urgente era también la venta del Edificio España, toda vez que se trata del principal activo del Banif Inmobiliario, fondo que no pudo acometer un reembolso en masa de los partícipes al inicio de la crisis y que desde entonces tiene un claro problema de liquidez.

Hombre de Sáenz

Arredondo, ex presidente de la antigua Inmobiliaria Urbis controlada por Banesto, entidad que tantas veces dijo aquello de "Urbis no se vende" hasta que llegó una oferta que no pudo rechazar (la de Reyal en plena época de locura inmobiliaria), se puso manos a la obra pero el cometido no era nada sencillo, hasta el punto de que llegó a tirar la toalla.

Botín asumió las riendas de la 'operación Canalejas', que probablemente exigía encuentros al máximo nivel como así fue pero también tomó conciencia de que Global Properties no había funcionado según lo esperado.

Los resultados fuera de España tampoco fueron esepcialmente significativos lo que también ha contribuido a la decisión final: desmantelar Global Properties y continuar con los planes de venta de los inmuebles pero de forma individualizada. 

Este hecho ha supuesto la definitiva marcha de Arredondo, que además era una hombre de la máxima confianza de Alfredo Sáenz, que dejó su cargo de consejero delegado a finales del pasado mes de abril. Pocos días antes, el Tribunal Supremo había anulado parcialmente el indulto concedido por el Gobierno a Saénz en diciembre de 2011 referido a una sentencia firme que le condenaba a prisión por un delito de acusación falsa.

Soplo de aire fresco

Fuentes del sector inmobiliario señalan que la maniobra supone una entrada de aire fresco en los movimientos que está realizando el banco con vistas a colocar estos activos en el mercado. "No sería extraño que las operaciones se agilizaran a partir de ahora, especialmente la del Edificio España", indicaron.

Por de pronto, Santander sigue recibiendo visitas de fondos internacionales interesados en un inmueble que permanece muchos años con sus puertas cerradas y para el que se han barajado diversos usos, desde la vuelta a albergar un emplazamiento hotelero hasta su trasnformación en viviendas de lujo.

Paradójicamente, el paso del tiempo ha hecho que ambas posibilidades hayan surgido en el mismo emplazamiento de la madrileña Plaza de España como solución para otros inmuebles. Así, la Torre de Madrid, propiedad de Metrovacesa (a la que la llegada de la crisis y las luchas intestinas por su control impidieron vender también dicho activo), alberga viviendas de lujo en sus últimos pisos.

Justo enfrente, el edificio que fuera propiedad de Telefónica y que fue recientemente vendido en el marco de la liquidación de Proyecto Kopérnico será la sede de un hotel de la cadena VP. Ambos inmuebles flanquean al Edificio España, que aguarda pacientemente su oportunidad.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.