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Edificio España: el gigantesco fantasma que quiere ser hotel de lujo en 2019

Así es el interior del Edificio España hoy en día

Penetrar en las entrañas del Edificio España se asemeja a realizar un viaje hacia atrás en el tiempo, al corazón de los años 60, o bien hacia un escenario de cualquier película de terror, de las que el asesino con la sierra eléctrica o el hacha puede salir en cualquier momento y de cualquier rincón a por su próxima víctima. Eso sí, film de bajo presupuesto.

Nadie diría que aquellas paredes hoy semiderruidas y en un precario estado de conservación albergaron en su día uno de los espacios con más glamour de la ciudad, donde se citaron desde estrellas de cine hasta espías, pasando por altos mandatarios políticos.

Parte de este encanto aun pervive en la recepción del edificio, que todavía conserva un aspecto medianamente saludable aunque, desde luego, poco relacionado con el siglo XXI. 

Aunque las imágenes hablan por sí mismas, Wanda, actual propietario del inmueble, quiere recuperar el lugar para convertirlo de nuevo en un punto de referencia para Madrid. Sus planes pasan por abrir un hotel de lujo, habilitar espacio también para viviendas de alta standing y recuperar también las zonas comerciales que, en su día, poblaban los bajos del edificio. Y todo ello con un horizonte temporal: mediados de 2019.

Un calendario mucho más ajustado de lo que parece. Así lo reconoció del propio director general de Wanda Madrid Development, Michael Qiao. “Sabemos que tenemos una agenda apretada pero por eso trabajamos con los mejores”. Entre esos mejores están los estudios de arquitectura Lamela y Foster & Partners, las ingenierías Arup y Valladares y bufete Laso y Asociados.

Dos alternativas descartadas

Precisamente, parte de este equipo, especialmente la de ingeniería, valoró las posibilidades de reconstruir el edificio por dentro respetando la fachada y, por lo tanto, el grado de protección del inmueble.

Juan Manuel Benito, consultor de estructuras de Valladares Ingeniería, explicó que plantearon dos alternativas. La primera consistía en conservar una parte de la estructura y desmontar otra parte para facilitar las obras. Pero el resultado sería que el edificio perdería rigidez y correría peligro de derrumbe en el caso de fuertes corrientes de viento.

La segunda alternativa planteada consistiría en la instalación de una estructura metálica en la parte de atrás del edificio de 110 metros de alto, 40 de largo y 20 de ancho para sostener el inmueble durante los trabajos. Los estudios detectaron que, debido a las características del edificio, muy ancho en la parte baja, la estructura metálica se deformaría con cierta facilidad y supondría un riesgo para la estabilidad del inmueble.

Ahora, el futuro del Edificio España está en manos del Ayuntamiento de Madrid y de Wanda. Del posible acuerdo al que puedan llegar dependerá que el aspecto fantasmal que presenta actualmente el rascacielos pase a formar parte de la historia y que las imágenes que acompañan la noticia sean recordadas como un mal sueño.

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