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Deutsche Bank no espera recuperar ni un euro de los 115 millones prestados a Pescanova

Planta de Pescanova.

Ni ha tratado de vender la deuda, ni espera recuperar un euro. Deutsche Bank España ha decidido registrar como baja por condonación los 115 millones de euros invertidos en Pescanova en sus cuentas de 2014. La entidad ya provisionó en 2013 su inversión en la multinacional gallega tras el escándalo del falseamiento contable, por lo que las pérdidas que han supuesto para el banco su incursión en el grupo pesquero no han tenido impacto en la contabilidad de su último ejercicio.

El banco alemán no quiere oír ya hablar de Pescanova. Posiblemente la última vez que la entidad se haya referido a la compañía española haya sido en las cuentas anuales consolidadas de 2014, en el apartado referido al movimiento de los instrumentos de la cartera de inversiones crediticias en suspenso. En 2013 las bajas definitivas registradas por condonación estaban valoradas en 10,5 millones, mientras que en 2014 la misma partida asciende a 152,8 millones. El grupo despacha el asunto en una frase: "Las bajas por condonación mayoritariamente están compuestas por la baja de los riesgos contraídos con Pescanova, los cuales ascienden a 115,1 millones de euros".

El escándalo de Pescanova saltó en febrero de 2013 cuando el grupo comunicó que no formulaba las cuentas de 2012; un mes después informó que había detectado "discrepancias" contables, que según se supo después consistieron, entre otras, en haber contabilizado una deuda de 1.500 millones cuando en realidad era más del doble.

Deutsche Bank fue la entidad extranjera con más préstamos concedidos a Pescanova, seguida de Royal Bank of Scotland, Commerzbank, Rabobank, y Banco Espirito Santo. La entidad participó en los primeros meses de la crisis de la empresa pesquera en las negociaciones con los administradores concursales nombrados por el juez, y formó parte de un comité de seguimiento, pero pronto se descolgó de las conversaciones y de los requerimientos de la empresa a los bancos para que aportaran financiación con la que mantener la actividad.

En la actualidad Pescanova sigue operando habiendo logrado ingresar el pasado año cerca de 1.000 millones de euros. En mayo de 2014 el juez del concurso de Pescanova aprobó el convenio de acreedores propuesto por el grupo despejando el fantasma de la liquidación. No obstante el grupo todavía afronta incertidumbres sobre su viabilidad.

La compañía presenta un patrimonio neto negativo de 602,5 millones y para su refundación, Nueva Pescanova, todavía tiene que superar el concurso de diez filiales. Este mes vuelve a ser clave para el futuro de la empresa: los próximos días 21 y 22 se celebran juntas de acreedores de esas filiales, donde los acreedores tendrán que decidir si aprueban la propuesta de convenio presentada. Después, el día 28, Pescanova celebra junta general de accionistas, en la que se tendrá que aprobar la compra de las acciones de las filiales. Si Pescanova logra imponer la propuesta de convenio presentada a las filiales y después saca adelante los puntos del orden del día de su junta general, durante el último trimestre del año ampliará capital para crear Nueva Pescanova en la que la banca acreedora controlará el accionariado.

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