Quantcast

Empresas

Las empresas que aplican ‘política para pobres’ hacen ricos a sus accionistas

En agosto, importantes voces del mundo de la distribución manifestaron que había que cambiar de estrategia, preparándose para una “Europa de pobres”. Así lo dijeron desde compañías como la francesa E.Leclerc o el gigante holandés Unilever, que llega a prácticamente todas las ramas del consumo doméstico. Esta adaptación a los tiempos peores ha sido muy buena en términos bursátiles. Dia, por ejemplo, es la mejor de España en 2013. Unilever sigue imparable.

El pasado verano, el responsable de Europa de Unilever avisaba de que las vacas estaban adelgazando por momentos: “un español gasta una media de 17 euros en cada compra y hay que darle las respuestas adecuadas”. Y anunciaba una política en la que, entre otras cosas, prometía ofrecer la venta de los productos básicos por unidades.

Yogures sueltos

No fue el único en dar esa respuesta al mercado. Desde la cadena Leclerc, destacaban que “en España se están comprando los yogures por unidades”. Unas declaraciones que pueden tildarse ahora de alarmistas, sobre todo después de que la prima de riesgo se haya estrechado, el fantasma del rescate parece haberse alejado, las agencias de rating han suavizado la presión e incluso algunos datos macroeconómicos, como la balanza comercial y por cuenta corriente, parecen arrojar ciertos visos de esperanza de recuperación.

Pero el mercado ha aplaudido a las compañías de consumo que se han adaptado. En la Bolsa española, Dia merodea zona de máximos históricos. Es la mejor empresa del mercado doméstico, si se exceptúan compañías distressed (expuestas a operaciones corporativas) como IAG, Sacyr o Amadeus.

La salida al mercado de esta, tras separarse de Carrefour, llegó en un momento óptimo. Salió a mediados de 2011, cedió terreno hasta más allá de los 2,5 euros… para rebotar más de un 150%. Y sigue imparable. Es una de las perlas para los fondos internacionales, como lo prueba que en su capital están como inversores relevantes colosos como Blackrock, Fidelity o los escoceses Baillie, Giford & Co, que afloraron más de un 3% a finales del pasado año de manera más que oportuna para sus intereses.

Nuevo paradigma

Unilever es otro ejemplo del nuevo paradigma bursátil, en el que las empresas de consumo han desplazado de los primeros puestos por tamaño a las antaño todopoderosas telecoms, las utilities o los bancos. Ahora, el consumo de bajo coste se ha erigido en un auténtico transatlántico bursátil. La holandesa vale 52.000 millones de euros (más que Telefónica) y despidió mayo desde sus máximos históricos, aunque este mes ha comenzado corrigiendo.

La compañía que avisaba de que había que estar con los pobres ha redoblado sus esfuerzos a la hora de irradiar imagen solidaria y social. 

Está el caso de Inditex, por supuesto, empresa que hace tiempo que lidera la Bolsa española y cuyo fundador, Amancio Ortega, también ha mostrado siempre un decidido apoyo a las causas solidarias. Por supuesto, Inditex genera adoración entre los grandes fondos.

La mayor compañía de toda la Eurozona, también imparable, sigue siendo la cervecera Anheuser Busch-in Bev, que vale 107.000 millones y hace poco tiempo obtuvo luz verde para la compra de la participación en Grupo Modelo que no tenía. Una operación de 20.000 millones de dólares. 

En el lado del lujo, LVMH o L'Oreal también se erigen como grandes colosos, superando con creces a los antaño dominadores. 

Todas pagan

Otro apartado relevante es que todas estas empresas reparten dividendo en efectivo, contante y sonante. Ganan dinero y lo reparten entre sus accionistas, sin recurrir a modelos 'híbridos' (script dividendo, dividendo flexible, etcétera) y, por supuesto, sin anularlo.

En definitiva, las compañías que saben hacer negocio dentro del ciclo contractivo han acaparado toda la atención del mercado. Y, de momento, no parece que vaya a tener lugar una repentina recuperación de las economías les pueda dejar fuera de juego.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.