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La banca, a punto de lograr un nuevo convenio; las cajas, al borde la huelga

Manifestación de trabajadores de Novagalicia protestando por los despidos.

Se avecina un enero movido para el sector de las antiguas cajas de ahorros. Al menos esta es la previsión que manejan las plataformas sindicales consultadas por este diario, que avanzan una mayor conflictividad ante la postura "radical" que en su opinión mantiene la patronal ACARL en cuanto al convenio colectivo al que aspira. Entre otros cambios, las cajas pretenden reducir los trienios a la mitad, dejar de pagar el plus convenio, congelar dos años los salarios, extender la jornada laboral y ampliar los radios de movilidad geográfica hasta los 50 kilómetros.

La propuesta de ACARL, que apenas se ha movido desde el inicio de las negociaciones, pide alargar hasta cuatro años los llamados salarios de entrada, así como eliminar la figura del subdirector de oficina y las ayudas de estudios para los trabajadores que cobren más de 35.000 euros. También quieren acortar los ascensos por experiencia y suprimir el devengo del complemento de residencia. A cambio, los sindicatos denuncian que la patronal tan solo ofrece "un día de libre disposición hasta 2018".

"Las plantillas tenemos que movilizarnos porque quieren dinamitar nuestro convenio colectivo", denuncian los sindicatos de las cajas

"Las plantillas tenemos que movilizarnos porque quieren dinamitar nuestro convenio colectivo", aseguran los tres principales sindicatos del sector (CCOO, UGT y CSICA) en una reciente circular conjunta remitida a sus afiliados y en la que acusan a la patronal de haber dado un paso adelante "rompiendo la confianza. Por esto motivo os anunciamos que en 2016 continuarán las movilizaciones de forma más intensa y beligerante", advierten a continuación.

Conflicto sobre la ultraactividad

En este momento, incluso la vigencia misma del actual convenio del ahorro está puesta en cuestión, toda vez que ya está expirado. Así, sindicatos y cajas llevan meses embarcados en un conflicto sobre la ultraactividad del mismo, de forma que las condiciones generales del actual convenio se mantengan hasta que se firme uno nuevo. Los representantes de los trabajadores reclaman que las condiciones se garanticen, algo que cuestiona la patronal. La imposibilidad de llegar a un acuerdo en este aspecto podía poner en peligro toda la negociación del nuevo pacto, por lo que ambas partes decidieron aplazar hasta el próximo 29 de febrero la discusión respecto de la ultraactividad del antiguo marco laboral.

"A fecha de hoy todas las pretensiones de la ACARL sobre el convenio colectivo son recortes y su intención es seguir en ello", constatan los representantes de la Confederación Intersindical de Cajas (CIC), quienes exigen un acuerdo sin tijeretazos, "y de ahí no nos vamos a mover", dados los esfuerzos asumidos ya por las plantillas durante los años de crisis.

La banca, más cerca del acuerdo

Si en el entorno de las cajas hay vientos de movilización, en el caso de los bancos los propios sindicatos reconocen que el acuerdo está cerca. Incluso la disposición de los negociadores parece distinta: el pasado 17 de diciembre, sindicatos y patronal (la AEB) anunciaron un acuerdo para prorrogar la ultraactividad del convenio expirado hasta el 26 de febrero. También hay acuerdo en las materias sobre las que hay que negociar, algo que limitará el marco y simplificará los flecos pendientes: clasificación profesional, pagas de beneficios, seguro de vida...

Banca y sindicatos ya han delimitado las materias sobre las que van a negociar para simplificar los acuerdos

También hay un acuerdo para que los bancos efectúen un pago a cuenta del 0,75% correspondiente al incremento salarial pactado para 2015 con efectos al 1 de enero de 2015. "Las diferencias que nos impidieron firmar el pasado lunes no son sustanciales en lo económico, que también, claro está, pero si en los conceptos", reconocen desde Comisiones Obreras, quienes sin embargo alertan de "peligros" que persisten en el convenio pretendido por la banca española.

Entre los flecos pendientes de negociar entre sindicatos y patronal están la propia vigencia del nuevo convenio (en principio, 4 años), la distribución del salario en 14 pagas, un nuevo sistema de participación en beneficios, la determinación de mecanismos para favorecer la contratación indefinida o un nuevo sistema de clasificación profesional. A la vista de los asuntos pendientes y los compromisos alcanzados ya, desde UGT creen que "se puede crear el ambiente para poder avanzar en un convenio equilibrado y con derechos".

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