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Codere consiguió que el Gobierno de Zapatero metiera en cintura a los operadores de juego extranjeros

“Si no tienes a alguien que se mueva bien en el ámbito de la Administración, estás perdido en este sector”. La cita es de una de las personas que mejor conoce el ámbito del juego, uno de los más regulados de la economía, con tasas impositivas que pueden llegar hasta el 65%. En España ha llevado una eternidad regular el negocio de las apuestas a través de Internet y, mientras tanto, diferentes operadores, radicados la mayoría de ellos en paraísos fiscales, se han movido como pez en el agua aprovechando el limbo normativo.

Esta situación ha vuelto a cobrar actualidad a raíz de la información publicada por la agencia estadounidense Bloomberg, que acusaba al Ministerio de Hacienda poco menos que de cobrar un impuesto revolucionario a los operadores de juego extranjeros bajo la amenaza de perjudicarles en la adjudicación de licencias.

Al mismo tiempo, señalaba a Codere como la beneficiada de esta maniobra, con el agravante de que la compañía cuenta entre sus asesores con la firma Equipo Económico, vinculada a un hermano del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Y que tuvo como secretario del consejo al actual secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá.

Pero para entonces, a Codere no le quedaba mucho por hacer, al menos en lo que al Gobierno se refiere. Enfrascada en una competencia desigual con un creciente número de operadores radicados en paraísos fiscales, la compañía reaccionó al examinar uno de los primeros borradores de la Ley del Juego, al comprobar que la normativa establecía reglas de juego para el futuro pero no hacía alusión al período anterior, en el que los operadores extranjeros habían engordado progresivamente su facturación sin pasar por el Fisco.

Movimientos entre bambalinas

Ante la dificultad de hacer lobby por tratarse de un sector muy atomizado, Codere decidió emprender la guerra por su cuenta. En ese momento sí movió sus hilos para lograr que la nueva normativa contemplara como obligatorio el ponerse al día con Hacienda para poder aspirar a las licencias de juego online. Por entonces, ya hacía unos años que Codere trabajaba con Equipo Económico y aún más que Montoro no pertenecía al Gobierno.

Y lo consiguió pero sólo en parte. Codere recurrió numerosas concesiones de licencias al considerar que los operadores que las habían obtenido no habían saldado aún cuentas con Hacienda. La pelea sigue en los tribunales porque a la desestimación de los recursos por parte del Gobierno han seguido los correspondientes procesos por la vía Contencioso-Administrativa.

A los ojos del grupo controlado por los Martínez Sampedro, la cifra de 150 millones de euros que se ha exigido a los operadores extranjeros es totalmente insuficiente para compensar los impuestos que han dejado de pagar cuando no existía el marco regulatorio.

Por su parte, el Ejecutivo se ha limitado a aplicar la normativa aprobada cuando aun no se había iniciado la actual Legislatura. Los tiempos han cambiado pero Codere sigue asegurándose la cercanía de personas con experiencia en la Administración. El puesto que dejó Rafael Catalá cuando fue 'fichado' por el Ministerio de Fomento lo ocupa ahora Juan Junquera, ex secretario de Estado de Telecomunicaciones, también con gobiernos socialistas.

Mientras Codere continúa la batalla en los tribunales, los operadores extranjeros se han topado con la cruda realidad: la elevada fiscalidad del juego. Con la nueva normativa, los márgenes se han reducido y competir es algo más complicado.

La propia Codere lo conoce a la perfección. No en vano también tiene presencia en el exterior, en mercados como el italiano y el argentino, en los que ya es más complicado buscar la mediación política.

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