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Coche autónomo: los conductores que opten por el modo manual pagarán más por el seguro

El futuro del automóvil para Toyota pasa por la inteligencia artificial.

El coche autónomo aún se hará esperar unos años, pero las aseguradoras ya lo tienen en mente. Cambiará de forma radical la forma en la que entendemos la conducción, y hasta la forma en la que se estructurará el tráfico. 

Habrá un periodo que podrá ser eterno en el que coches conducidos de forma automática compartirán carretera, y en el peor de los casos accidente, con otros automóviles conducidos por un ser humano de carne y hueso como usted y yo.

La fiabilidad del coche autónomo respecto a aquel conducido por un humano es mucho mayor. Tendrá mayor velocidad de reacción, más control sobre los elementos de seguridad durante la conducción -reparto de frenada, aceleración, amortiguación...-.

Podrían existir precios diferentes en el seguro de un coche autónomo en función del grado de autonomía del vehículo y de que la conducción pudiera ser manual o delegada en determinadas situaciones o circunstancias"

Esto plantea un escenario que permitirá a las aseguradoras 'jugar' con los precios en función de quién esté al volante.

"Podrían existir sin duda precios diferentes en el seguro de un coche autónomo en función del grado de autonomía del vehículo y de que la conducción pudiera ser manual o delegada en determinadas situaciones o circunstancias", asegura Francisco Gómez Alvado, director de Clientes y Oferta de la aseguradora Pelayo.

Grosso modo, los distintos grados de autonomía a los que se refiere Alvado se ordenan del 0 al 4, siendo 0 un vehículo como los actuales, con un conductor humano a los mandos, y 4 un vehículo en el que no hace falta ni siquiera que haya un conductor dentro del vehículo. Del 1 al 3, los niveles de asistencia van decreciendo.

Los expertos aseguran que a medida que desciende el grado de dependencia humana dentro un vehículo, los siniestros descenderán.

El coche autónomo o inteligente se apalanca en una tecnología que promete minimizar o eliminar el error humano en la conducción de vehículo y por tanto incide de forma directa en la siniestralidad que se produce como consecuencia de la conducción activa

"En general, una reducción en la frecuencia de la siniestralidad debería incidir de forma directa en el precio del seguro salvo que la oferta global del mismo, se completara con otros atributos o servicios de valor añadido. Deberían mejorar o aportar más valor aquellas garantías o coberturas no asociadas a la conducción activa del vehículo (vehículo en reposo), así como trabajar en nuevos servicios de valor añadido que realmente aporten un valor real a nuestros asegurados", añade Alvado. 

El coche autónomo o inteligente se apalanca en una tecnología que promete minimizar o eliminar el error humano en la conducción de vehículo y por tanto incide de forma directa en la siniestralidad que se produce como consecuencia de la conducción activa. Por tanto, "parece claro que deberá legislarse con respecto a quién corresponde la responsabilidad civil en caso de accidente cuando la conducción se haya delegado al software del vehículo", continúa el portavoz de la aseguradora Pelayo. 

La importancia del Big Data

El coche autónomo almacenará en la nube multitud de datos de lo que suceda en el vehículo, incluyendo aquellos que se generen en caso de accidente.

¿Cómo quedará la figura del perito toda vez que el coche autónomo registrará todo lo que pase mientras se circula? "Lo primero que se deberá determinar es quién es el dueño de toda la información y del Big Data que genere el vehículo y si las compañías podrán acceder a esta valiosa información. En cualquier caso, deberemos aportar valor a todos los niveles con nuestra experiencia y adaptarnos al nuevo modelo gracias a la experiencia ganada a través de los años", concluye Alvado.

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