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Dia, a contrapié: compra una cadena alemana muy implantada en Cataluña

Schlecker protagonizó en enero una de las mayores quiebras de la historia de Alemania.

Es una operación atípica en los tiempos que corren: españoles que compran el negocio de una compañía alemana cuya matriz está en quiebra en dos de los países que tienen al euro en vilo, España y Portugal. Además, y en pleno debate soberanista en Cataluña, el grupo Dia, protagonista de la operación, ha apostado por una empresa cuya red en España (1.127 tiendas) se concentra en buena parte (el 55% del total) en suelo catalán. Se trata de Schlecker, cadena especializada en productos de hogar, belleza y salud, que está en proceso de liquidación y lleva todo este año inmersa en la venta de sus negocios rentables y el cierre de los deficitarios. 

La cadena de supermercados que pilota Ricardo Currás, que se ha acostumbrado a navegar a contracorriente en el actual maremoto económico (salió a bolsa hace poco más de un año y hasta junio multiplicó por siete su beneficio), pagará por la red ibérica de Schlecker un importe máximo de 70,5 millones de euros (libres de deuda).

La operación se negociaba desde mediados de año y se cerrará previsiblemente el próximo abril, una vez den su visto bueno las autoridades de la competencia. Estas podrían imponer alguna desinversión en Cataluña, donde Dia contaba a cierre de 2011 con una red de 456 tiendas y 13 almacenes.

Schlecker ha protagonizado una de mas mayores quiebras de la historia de Alemania. En ese país, tras la suspensión de pagos, se cerraron 5.200 tiendas y unos 20.000 empleados fueron despedidos. En junio se vendieron las filiales de República Checa y Francia.

La filial ibérica es líder en el sector de la droguería en España y facturó 318 millones el año pasado. En principio, Dia no tiene planes de alterar significativamente el modelo de la empresa adquirida, centrado, como el suyo, en el formato de proximidad y el segmento discount. “Supone un canal nuevo y crearlo desde el principio habría sido mucho más costoso para nosotros”, explican.

El grupo español ha aprovechado la delicada situación de la matriz del grupo alemán para hacerse con un negocio “solvente y rentable”, que opera en la Península Ibérica desde 1989. La operación fue bien recibida el viernes por los inversores. En una mala jornada bursátil, la cotización de Dia subió un 2,2%.

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