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Muere Carlos de Borbón, la mano del rey Juan Carlos en la multinacional española

El infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias, primo del rey Juan Carlos

El 4 de abril de 2011, en el juzgado mercantil número 12 de Madrid, Pedro López Quesada, yerno de Carlos de Borbón, dio dos noticias en una. En el juzgado se celebraba vista por el concurso de acreedores de Marsans, y el primo del rey había sido llamado a declarar ya que la administración concursal del grupo de viajes había solicitado a la juez el embargo de los bienes de los consejeros, entre ellos Carlos de Borbón, petición que fue rechazada por la magistrada. López Quesada excusó ante la juez la ausencia de don Carlos, que había sido consejero de Marsans entre 1993 y 2009, diciendo que este sufría "lagunas de memoria", y que tenía dificultades para hablar o moverse. Y añadió que había remitido cartas a las compañías en las que ostentaba cargos para advertir de su estado. La jueza del concurso de Marsans expulsó de la sala a los medios que cubrían el acto tras la revelación de López Quesada. No sólo había informado de la enfermedad del primo del rey, sino que además acababa de dejar en mal lugar a todas esas compañías en cuyos consejos de administración Carlos de Borbón ocupaba un puesto. ¿Qué sentido tenía que importantes grupos españoles mantuvieran en sus consejos a una persona que sufría lagunas de memoria, y padecía dificultades para hablar o moverse?

Carlos de Borbón dos Sicilias y Borbón-Parma, Lausana, Suiza, 1938, falleció el lunes en su finca ubicada en Ciudad Real. Ha sido uno de los familiares más cercanos al rey emérito, con el que estudió el Bachillerato y que en 1994 le hizo Infante de España. Deja un currículum plagado de puestos en consejos de importantes empresas españolas. 

Urbis comunicó la renuncia del primo del rey una hora antes de anunciar unas pérdidas de 211 millones en 2012

Cuando en la mencionada vista por el concurso de Marsans se reveló el estado de salud de Carlos de Borbón, este ocupaba todavía cargos en Cepsa, Abengoa Solar y Abertis. También presidía un consejo de la sociedad de capital riesgo Diana Capital y era presidente de Honor de la Asociación Española de Fundaciones. Con anterioridad había sido consejero de Tudor, Dragados, Telvent (filial entonces de Abengoa), e Iberpistas. Desde su puesto en los consejos de varias multinacionales españolas, Carlos de Borbón fue testigo del impulso, internacionalización y desarrollo de la empresa española. Pero también de la caída estrepitosa de alguna de estas.

"Era buena persona, de verdad, y sí que aportaba cosas", recuerda un empresario que compartió consejo de administración con Carlos de Borbón. "Tenía visión internacional, no estaba para el día a día, pero si la empresa necesitaba un contacto en un país extranjero, por ejemplo, echaba un cable, y siempre se ocupaba". Era de las personas "a las que el rey llamaba cuando estaba en momentos bajos, para hacerle compañía", apunta. 

Las dos compañías en las que posiblemente Carlos de Borbón hubiese deseado estar menos tiempo del que estuvo fueron Marsans y Reyal Urbis, hoy dos empresas símbolo de corrupción y burbuja.

En el consejo de Marsans Carlos de Borbón recayó en el año 1993, ocho años después de que el Instituto Nacional de Industria la adjudicara a la empresa de transportes Trapsa, propiedad de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual. Durante la década de los noventa y los primeros años del siglo XXI Marsans compró el mayorista de viajes Club de Vacaciones, Aerolíneas Argentinas, o el grupo de cruceros Pullmantur convirtiéndose en líder indiscutible del sector en España. Pero en 2009 PwC, auditor de las cuentas de Marsans que abarcaban de marzo de 2008 a febrero de 2009, se negó a emitir su opinión sobre el último ejercicio del grupo desvelándose así uno de los mayores escándalos empresariales de la historia en España, que ha dado con los huesos del que fuera presidente de la CEOE en la cárcel.

Carlos de Borbón dimitió del consejo de Marsans el 16 de noviembre de 2009, junto con otros dos consejeros, que hicieron mutis por el foro tan solo siete días antes de que PwC firmara esas cuentas del grupo de viajes sobre las que no podía emitir una opinión. Pocos meses después Díaz Ferran y Pascual anunciaron el traspaso del grupo al empresario Ángel de Cabo, también hoy en la cárcel.

"En Marsans estuvo firmando papeles con setenta y tantos años, no creo que se enterara de todo lo que firmaba, el presidente de la CEOE le ponía papeles para firmar", señala el empresario que compartió consejo de administración con Carlos de Borbón. "Otras compañías le mantuvieron aún estando mal de salud por una cuestión de lealtad, después de tanto tiempo decirle que se fuera...", añade, "pero sin comprometerle".

Se libró de asumir las responsabilidades de la quiebra de Marsans por una enfermedad mental degenerativa

Testigo del boom y estallido de la burbuja

En el sector inmobiliario Carlos de Borbón ha sido testigo de excepción del boom y estallido de la burbuja. En 1994 ingresó en el consejo de la inmobiliaria Urbis, que controlada por Banesto vivió hasta 2007 la recuperación y exhuberancia de la industria inmobiliaria española. En julio de 2006, en el momento más fuerte del boom, Banesto vendió al grupo Reyal, de Rafael Santamaría, Urbis, en una operación valorada en 3.317 millones de euros. Carlos de Borbón se mantuvo en el consejo de Reyal Urbis hasta 2012. La compañía comunicó su renuncia una hora antes de anunciar sus resultados semestrales, con 211 millones de pérdidas y una deuda de 3.753 millones. En febrero de 2013 Reyal Urbis protagonizaría el segundo mayor concurso de la historia empresarial española, con un pasivo de 4.400 millones, sólo superado por Martinsa Fadesa.

Carlos de Borbón era licenciado en Derecho y trabajó en Nueva York, México y Perú para Chase International Investment Corporation. Fue presidente de Dehesa de la Higuera, de la Fundación para la Conservación de la Naturaleza, miembro del patronato de la Fundación Cultural Banesto, miembro del patronato de la Fundación San Benito de Alcántara, presidente de los Colegios del Mundo Unido, presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares de Santiago y presidente del Real Patronato del Museo Naval.

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