Quantcast

Empresas

La CEOE confía en que la agitación sindical caiga tras el 1 de mayo y haga posible el pacto salarial

El presidente de CEOE, Juan Rosell

No son buenos tiempos para pactar con los sindicatos. Es la creencia que se ha instalado en una gran parte de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) tras comprobar que los representantes de UGT y CCOO han tomado la calle durante las últimas semanas y han protagonizado conocidos 'idilios' con PSOE y Podemos -que ansían remontar en las encuestas- y con el independentismo. En estas condiciones, la mesa de negociación sobre la subida de salarios ha quedado relegada a un segundo plano y, aunque existen pocas esperanzas de que finalmente se llegue a un acuerdo, la patronal confía que, al menos, tras el 1 de mayo se intensifiquen las conversaciones.

Desde la CEOE reconocen que este tipo de negociaciones se han resuelto en ocasiones en 24 horas después de haber estado estancadas varias semanas. Sin embargo, inciden en que la situación de 2018 no es habitual, dado que las conversaciones se han mantenido en paralelo a las varias movilizaciones que se han desarrollado en la calle. A sabiendas de todo esto, la patronal tiene claro que los sindicatos pueden sacar más provecho acercándose a la oposición que en la mesa con los empresarios.

En cualquier caso, todavía tienen confianza en que el 'ruido' descienda después de las manifestaciones del Día del Trabajo y ambas partes puedan alcanzar un acuerdo con UGT y CCOO. Eso sí, la idea es que el pacto se extienda durante, al menos, dos años y que incluya un incremento variable que esté ligado a la productividad de las empresas. De lo contrario, inciden en que se mantendrán las condiciones del anterior acuerdo.

La CEOE tampoco está dispuesta a que se incluya una cláusula de revisión anual para igualar la inflación, tal y como ha sugerido la contraparte.

Propuesta polémica

Cabe recordar que la propuesta que la CEOE ha llevado a la mesa de negociación colectiva se fijó después de un fuerte debate interno que le valió duras críticas a Juan Rosell. En un primer momento, el presidente propuso que los salarios incrementaran entre el 1,2% y el 2% a través de un componente fijo; y entre el 0,5% y el 0,9% en un variable.

Los críticos le acusaron de querer terminar su mandato con un acuerdo con los sindicatos que “limpiara su imagen” después de la polémica que desató su postura durante el proceso soberanista -que algunos en la Confederación tildaron de “tibia”-. Finalmente, la Junta Directiva de la patronal decidió rebajar la propuesta y ligar la parte variable a la productividad de las empresas, al comprobar que la recuperación entre unos sectores y otros ha sido asimétrica y que un incremento de sueldos sería más perjudicial para unos que para otros.

Durante las últimas semanas, los representantes de los empresarios y de los sindicatos han mantenido reuniones periódicas para poner sobre la mesa “cuestiones técnicas” sobre las retribuciones de los empleados. Sin embargo, no se han conseguido avances y la negociación se encuentra “en punto muerto”, reconocen fuentes conocedoras de las conversaciones.

Tal y como detalló este periódico, la patronal defiende -y ha plasmado en sus estudios- una modernización de la negociación colectiva para poder adaptarla a la realidad de unas empresas que se mueven en un entorno económico cambiante, y no pueden permitirse perder competitividad por cuestiones laborales.

La CEOE también ha pedido flexibilizar los sistemas de contratación y despido; mejorar la Formación Profesional, poner coto al absentismo laboral y actualizar los modelos de formación del personal. Una de las últimas propuestas que ha realizado defiende la posibilidad de crear contratos de formación para los mayores de 45 años.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.