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La banca se moviliza para que el Banco de España no penalice los créditos en pérdidas

Sede central del Banco de España, en la madrileña calle Alcalá.

La banca ha logrado que el Banco de España suavice su proyecto para penalizar la concesión de créditos excesivamente baratos. Se trata de la reforma de la Circular 4/2004, en la que se modificaba el cálculo de provisiones en las entidades. Dicho proyecto, paso previo a la imposición de un sistema contable de dotaciones por pérdida esperada en los bancos españoles, no verá la luz hasta inicios de 2017, y lo hará con modificaciones, tal y como ha podido saber Vozpópuli de fuentes del sector.

Esta nueva dotación proyectada por el Banco de España está pensada para desincentivar la concesión en el sector financiero español de créditos demasiado baratos

En el proyecto de reforma inicial publicado en enero, en su primer anexo, se incluía una nueva provisión para aquellas operaciones de crédito "por debajo de su coste" y que difieren de su "valor razonable". Tal y como señala el texto propuesto por el Banco de España, todavía en fase de consulta, cualquier operación "se tiene que registrar inicialmente por su valor razonable, de manera que la diferencia entre éste y el importe dispuesto se reconocerá inmediatamente como un gasto en la cuenta de pérdidas y ganancias". Es decir, que las entidades bancarias españolas estarían obligadas a realizar una provisión equivalente a la diferencia entre el crédito demasiado barato y el precio de mercado.

Esta nueva dotación proyectada por el Banco de España está pensada para desincentivar la concesión en el sector financiero español de créditos demasiado baratos, tanto que ni cubren sus costes. Ésta ha sido una práctica denunciada públicamente por el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, que hace ya un año criticó la concesión de hipotecas que no son rentables. En entidades como Bankia también existe malestar por lo que consideran una política comercial demasiado agresiva. Todas las entidades se gestionan teniendo en cuenta una variable como el RAR (Rentabilidad Ajustada al Riesgo) como una de las claves comerciales. Y es que el RAR "determina lo que tienes que cobrar por un crédito para que sea rentable". 

Una provisión que es "una morcilla"

La intención del regulador bancario de penalizar estos créditos por debajo de coste con una provisión ha supuesto una notable "polémica" en el sector, según cuentan a este diario fuentes conocedoras de las negociaciones llevadas entre banca y BdE. "El primer punto de conflicto está en que sería una provisión sin un fin contable, sino solo con la intención de que las entidades no se canibalicen entre ellas precisamente en este momento con los márgenes tan reducidos", tal como explica un alto ejecutivo del sector. Pero la misión teórica de las provisiones es reconocer pérdidas de valor contables, no servir como herramienta de incentivos.

"Técnicamente es como una morcilla en el proyecto de circular", añade esta misma fuente. Otras llaman la atención en el hecho de que no tiene mucho sentido obligar a realizar una dotación precisamente a la entidad que ya va a sufrir una merma en sus márgenes por conceder créditos menos rentables o con pérdidas. Así, parte de los bancos españoles se han movilizado en las últimas semanas para convencer al regulador de que elimine este punto de la nueva normativa de provisiones.

Aunque fuentes próximas al Banco de España aseguran que esta nueva provisión "no se va a quitar", sí que reconocen que tras los ruegos y las múltiples conversaciones con los bancos se van a introducir "mejoras técnicas" de acuerdo con su criterio. Esta es la versión "oficial", si bien en el reciente Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte, ABC y Sociedad de Tasación varias fuentes del sector daban por completa la eliminación de esta nueva provisión.

Desde una de las entidades bancarias más contrarias a la concesión de créditos en pérdidas matizan que "no está nada claro que esa provisión vaya a desaparecer definitivamente", y argumentan que la misma ya está generalizada en el entorno internacional, por lo que no tendría lógica no incluirla en una revisión actualizada de la normativa contable en España.

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