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El Banco de España sondea a la banca para evaluar el impacto de otro recorte a las renovables

Sede del Banco de España.

El sector financiero español ya se teme un nuevo agujero en sus cuentas, tras el provocado por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Al boom del ladrillo siguió (aunque a menor escala) el de las energías renovables, cuyas primas, que según el Ejecutivo de Mariano Rajoy contribuyen al descomunal déficit de tarifa eléctrico, han sufrido ya varios recortes, tanto con este Gobierno como con el anterior.

La próxima reforma energética, que el Ministerio de Industria ha tenido que retrasar al mes de julio, contendrá, según ha dejado entrever el departamento de José Manuel Soria, un nuevo rejonazo a esos incentivos, y el Banco de España ya se ha puesto en contacto con las entidades financieras para conocer qué impacto tendrá en sus balances un nuevo recorte. 

"Siempre que el Banco de España solicita un ejercicio de cálculo de impacto sobre un asunto es el preámbulo de una obligación de provisiones. En esta ocasión, parece que volverá a suceder lo mismo", explican un par de fuentes del sector. Al contrario que lo que sucedió con el 'boom inmobliario', los bancos han sido más financiadores de empresas de renovables que las antiguas cajas.

Los contactos, cuya existencia confirman diversas fuentes financieras, llegan después de que, en mayo pasado, el Gobierno celebrara una reunión privada con altos miembros de la dirección de distintos bancos españoles y dos firmas internacionales de inversión para consultarles acerca de los efectos financieros de aplicar un recorte adicional a las renovables de entre el 10% y el 20%, según informó a comienzos de este mes el británico Financial Times.

En esa reunión, los responsables del Ministerio de Industria, Energía y Turismo se reunieron con representantes del Santander y BBVA, aunque no les informó de cómo aplicará el Gobierno el recorte ni su incidencia entre las distintas tecnologías, de las que la eólica, la fotovoltaica o la termosolar.

“Sí se les dijo que deberían prepararse para refinanciar o para tomar en propiedad bastantes activos”, dijo entonces el rotativo británico.

La reunión se produjo poco después de que, el pasado 30 de abril, el supervisor bancario publicara una nueva normativa sobre refinanciaciones,que obliga a las entidades a una revisión individualizada de sus carteras refinanciadas para conocer su impacto en nuevas provisiones.

Industria ha llegado a barajar la idea de enviar los parques fotovoltaicos en quiebra al Banco Malo, una propuesta que rechazan tanto el ministro de Economía, Luis de Guindos, como la presidenta de la Sareb, Belén Romana.

Las asociaciones empresariales, especialmente las solares, ya han advertido de que sus promotores invirtieron con un alto de apalancamiento, atraídos por una inversión que, en teoría, estaba garantizada por el BOE. E incluso antes del recorte que previsiblemente contendrá la reforma, muchos promotores se han visto a refinanciar ya sus créditos con la banca.

Los promotores fotovoltaicos (que en la mayoría de los casos financiaron al 100% esas inversiones) ya han asumido un recorte de su retribución cercano al 40% y cifran en cerca de 18.000 millones de euros el riesgo de impago como consecuencia de los recortes ya vigentes y los que pueden venir.

Por su parte, la termosolar cifra en 13.000 millones sus inversiones y cifra en un 33% el recorte acumulado de sus ingresos.

En cuanto a la energía eólica, la más madura y la que ha tenido una introducción más masiva, no se maneja una cifra del crédito que está en riesgo, aunque se estima que alrededor de un 70% del sector está apalancado. Hay que tener en cuenta que muchos parques eólicos ya están amortizados o se financiaron mediante la modalidad de project finance, en los que los proveedores (por ejemplo, el fabricante de los aerogeneradores), compartían parte del riesgo con el promotor.

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