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La banca sólo abre el crédito a las Administraciones Públicas: 11.000 M en un mes

Fachada del Banco de España.

La complicada situación macroeconómica y el rescate bancario han provocado que la vuelta del crédito a la economía real se convierta en una gran quimera. La última estadística del Banco de España confirma, un mes más, que el grifo del crédito sigue cerrado para familias, pymes y empresas, sumidos en un necesario desapalancamiento. El sector se defiende argumentando que no hay demanda solvente de crédito. Sin embargo, la banca continúa financiando a las administraciones públicas, obligadas a la misma senda del ajuste y ahorro para cumplir con los objetivos de déficit marcados por Bruselas. En apenas un mes, el sector financiero ha aumentado el volumen crediticio de las Administraciones Públicas en 11.600 millones de euros. El saldo ha pasado de 93.106 millones en abril a los 104.717 millones a finales de mayo.

Los bancos y el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con algo menos de 5.000 millones, son los principales financiadores de los organismos públicos. De hecho, el ICO se ha visto obligado a impulsar nuevas líneas para solucionar los problemas de liquidez de determinadas comunidades autónomas. Además, el ICO también aportará tesorería al nuevo Fondo de Liquidez Autonómico, que estará dotado con 18.000 millones y que subsanará la falta de financiación con la que cuenta actualmente las comunidades autónomas. El resto de fondos los aportan los establecimientos financieros de crédito (EFC) y las cooperativas de crédito.

El crecimiento del crédito a las Administraciones Públicas es prácticamente proporcional a la caída que ha sufrido la financiación para empresas, pymes y hogares: 10.000 millones de euros. En mayo, la cartera crediticia de la banca española sumaba al cierre de mayo 1,74 billones de euros, lo que representa un descenso del 3,8 % respecto al año anterior. Datos que contrastan con el aumento del 25%, en doce meses, de la financiación otorgada a las Administraciones Públicas.

La facilidad de crédito de las Administraciones Públicas contrasta con la caída de financiación en el tejido industrial

Todo el tejido industrial, salvo los sectores de obra pública y la fabricación de material de transporte, también sufren el retroceso en la concesión de crédito, según los últimos datos del Banco de España relativos al primer trimestre. Los préstamos a la industria, exceptuando el sector de la construcción, han caído un 4,1% en el último año. Mientras, el descenso en la actividad ligada al ladrillo es de apenas un 0,9%.

"Las entidades proseguirán en esta línea de ajuste con particulares y pymes porque son conscientes de que el nivel de morosidad está lejos de tocar su techo", explican desde el servicio de estudios de un banco. En mayo, la mora de los bancos, cajas cooperativas y establecimientos financieros de crédito alcanza ya el 8,95 %, a tan sólo dos décimas del máximo histórico (9,15 %) de febrero de 1994, sumando once meses ininterrumpidos de subidas.

La morosidad marcó máximos en 1994 tras la quiebra de Banesto, que dejó un agujero de 3.660 millones de euros, lo que coincidió con el último periodo de recesión que ha atravesado la economía española hasta el pasado 2009. En aquellos años, el sector financiero venía arrastrando una larga crisis larvada por las dificultades para reestructurarse, lo que acabó estallando con la intervención de la entidad presidida por Mario Conde. Banesto acabó siendo absorbido por el Santander, que también se hizo con el Central y el Hispano.

En términos absolutos, los créditos dudosos representaban a finales de mayo 155.841 millones de euros, por segundo mes consecutivo por encima de los 150.000 millones y 3.101 millones superior a los contabilizados en abril. En doce meses, desde mayo de 2011, los créditos dudosos de la banca han crecido 38.412 millones de euros, y la tasa de morosidad se ha incrementado un 38 % desde el 6,48 % que marcaba entonces.

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