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Pemex paraliza todas sus inversiones en Galicia a la espera de que se solucione el conflicto de Repsol

Feijóo con el exdirector general del Pemex, Juan José Suárez Coppel

La petrolera estatal mexicana Pemex ha desatado el nerviosismo en el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo y en las plantillas del sector naval gallego al posponer sine die la adjudicación de los dos primeros barcos que se iban a construir en los astilleros de Galicia.

El nuevo Gobierno del presidente de México, Enrique Peña Nieto, que lleva en el cargo 11 meses, ha cambiado la cúpula de la petrolera estatal, colocando en ella a un hombre de su confianza, Emilio Lozoya, y ha puesto en revisión todos los intereses de la compañía en España.

Así se lo hizo saber el mandatario mexicano a Mariano Rajoy en el almuerzo que mantuvieron el 19 de octubre en el marco de la Cumbre Iberoamericana de Panamá.

Ahora, el principal objetivo del gigante azteca es solucionar el conflicto que libra Repsol, de la que es accionista histórico con un 9,4%, con el Gobierno argentino por la expropiación del 51% de YPF, algo que está afectando a los intereses mexicanos en el país austral.

En este contexto, Lozoya ha decidido congelar el acuerdo marco firmado por Pemex y la Xunta en mayo de 2012 y posponer la adjudicación de contratos al sector naval gallego a la espera de cómo evolucionan los acontecimientos en Repsol, según confirman a Vozpópuli fuentes conocedoras de la nueva estrategia de la mexicana.

Su presidente ha pasado al ataque en las últimas semanas al culpar a Antonio Brufau, presidente de Repsol, de no gestionar bien la compañía y de impedir una solución negociada con el Gobierno argentino, después de su fallido intento de imponer a la petrolera española un acuerdo con la presidenta Kirchner que fue rechazado por unanimidad de todo el consejo.

El nuevo presidente de Pemex ha redoblado su batalla contra Brufau tras el fracaso de su propuesta de acuerdo con Argentina, que fue rechazada por unanimidad por el consejo de Repsol

Lozoya proponía un pacto valorado en 5.000 millones de dólares, de los que sólo 1.500 serían en efectivo y el resto en activos petrolíferos en una sociedad en la que Repsol sería minoritario, por lo que fue rechazado de plano por el consejo por ser "insatisfactorio" y haberse basado en "activos sobrevalorados".

Esto fue a principios de verano y desde entonces, la relación de la cúpula de Repsol con su accionista Pemex se ha tensado de tal forma que el conflicto ha acabado salpicando a Galicia.

Pemex ha paralizado todos sus compromisos en la región, que fueron sellados en mayo de 2012 en un acuerdo considerado entonces histórico para Galicia. Gobernaba en México Felipe Calderón y el entonces presidente de Pemex, Juan José Suárez Coppel, selló "una alianza estratégica" con Núñez Feijóo para la construcción de 14 remolcadores, siete en los astilleros de la región y otros siete en colaboración con los astilleros mexicanos. El acuerdo, según dijo entonces la Xunta, supondría para Galicia una inversión de más de 250 millones de euros y la creación de 2.500 empleos.

El acuerdo con la Xunta lo firmó el anterior equipo de Pemex, cuando en México gobernaba Felipe Calderón, pero Peña Nieto ha puesto en revisión toda la estrategia en España

En el marco de este acuerdo, Pemex firmó sendos contratos con los astilleros gallegos Barreras y Navantia para la construcción de dos barcos hotel que deberían haberse comenzado a construir este mes de noviembre. No quedaba ahí la cosa, ya que además la petrolera mexicana comenzaría a desarrollar los trabajos para instalar su plataforma logística para toda Europa en Punta Langosteira (Coruña).

Nada de lo firmado entonces se ha puesto en marcha. Pero además, Pemex, bajo la nueva dirección, ha dicho que los astilleros gallegos no tendrán preferencia, en virtud de los contratos firmados en su día, en el proceso de licitación de estos dos barcos flotantes y tendrán que competir con otras ocho ofertas, entre ellas de astilleros noruegos, singapuríes y también de México.

Pemex no da por buenos los contratos firmados con Barreras y Navantia y quiere que los astilleros gallegos compitan en un concurso internacional para la adjudicación de dos barcos hotel

Es este proceso de licitación el que se ha pospuesto ya cuatro veces, lo que ha provocado que el propio presidente de la Xunta haya mostrado estos días su preocupación por la situación y ha recordado que los contratos de 2012 con el naval gallego son firmes y "están firmados con luz y taquígrafos, con un informe de la Abogacía del Estado; están formalmente firmados. Si alguna de las partes no los cumple entiendo que hay incumplimiento de contrato".

Núñez Feijoo ha recordado que lo que hay con Pemex "no es un documento político, sino contractual" y confía en que la compañía mexicana cumpla su compromiso. Sin embargo, el sector naval gallego sigue sin carga de trabajo y sus representantes sindicales ya han anunciado movilizaciones si no se desbloquean los acuerdos con la petrolera.

Núñez Feijóo ya ha trasladado su preocupación a Moncloa y al ministro de Industria, que hoy está de visita oficial en México y previsiblemente se reunirá con algún representante de la petrolera estatal

El presidente de la Xunta ha trasladado ya su preocupación a Moncloa por la nueva estrategia de Pemex. Precisamente, el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, está hoy en visita oficial en México, donde se reunirá con "empresarios, inversores y autoridades".

Soría verá a responsables de empresas españolas presentes en el país y previsiblemente se reunirá con algún directivo de Pemex.

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