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El 'president' Mas y el ferrocarril como nueva arma de chantaje

Los cercanías catalanes.

El secesionista Artur Mas propugna explícita, reiterada y abiertamente la independencia, por lo que ya debería haber sido encausado; ahora se ha sacado otro conejo de su chistera. No es otra cosa distinta a lo que ya viene haciendo, que es chantaje tras chantaje, para meter unos cuantos euros más en su locura soberanista de la señorita pepis, sabiendo la parsimonia vergonzosa que se gasta nuestro Gobierno. Amenaza con entregar las cercanías de Barcelona a la empresa SNCF, la equivalente francesa a nuestra Renfe Operadora, más o menos.

Sabe bien el tal Mas, que ello es imposible, pero sabe que amenazando algo, enseguida va a conseguir dineros a cambio para alimentar sus delirios, como por ejemplo implantar servicios de cercanías en Tarragona, Lérida y Gerona. La locura padre, que en absoluto se justifica por razones de demanda de movilidad en estas capitales y otras muchas más razones técnicas que no hacen ahora al caso en este análisis.

Los 'rodalíes' de la Generalidad

Todavía, ese tal Mas no ha soltado un euro de la deuda que mantiene con la administración central por los servicios de Renfe Operadora como prestadora de las cercanías barcelonesas, desde que éstas fueron transferidas en 2010 y la factura de los servicios internos regionales, desde 2011. Ahí anda este personaje chalaneando, mezclando la deuda que la Generalidad mantiene con la administración central, ya cercana a los 400 millones de euros, con las inversiones prometidas por el anterior presidente de desgobierno. Estos nacionalistas no saben, no distinguen, no guardan las formas y les importa un pito que, mientras dilapidan y dilapidan en ensoñaciones delictivas, les rujan las tripas de hambre a varios miles de niños cuando se van a la cama sin un mísero mendrugo mojado en leche y a la mañana siguiente, se vayan con lo puesto, es decir, más hambre, al colegio.

Me da la impresión de que la amenaza de la alianza con los vecinos franceses ya ha calado en el gobierno y más concretamente en el ministerio de Fomento. Me da también la impresión, que no van a pagar nada de la deuda acumulada de los servicios ferroviarios prestados por la Operadora Renfe. Me sigue dando la impresión de que tampoco van a pagar nada de los futuros servicios, y así en este plan.

Retazos de Spanair

Fomento se va a prestar y va a colaborar en echar a andar unas cercanías imposibles, innecesarias y despilfarradoras, con cargo a nuestros impuestos, los de todos los españoles. Fomento se va a prestar, en las actuales circunstancias de sequía de dinero, a apoquinar 3.500 millones de euros de una promesa incumplida que le hizo el anterior presidente de desgobierno Rodríguez Zapatero, sabiendo que se van a quedar sin cubrir necesidades vitales mínimas.

En definitiva, el tal Mas, y sus socios nacionalistas quisieron tener una compañía de bandera estrelada, para lo cual se embarcaron en la operación Spanair que acabó con un rotundo fracaso y con cerca de 5.000 millones de pufo que ahí está y que todos tendremos que sufragar. Quieren también, como en todo, tener un ferrocarril con cercanías por todos sitios, vengan o no a cuento, con AVEs regionales a todo trapo, yendo y viniendo medio vacíos, cuesten uno o los dos riñones de cada español, pero, quieren que todo esto y más delirios se los paguemos el resto de los españoles, en un ejercicio de cara dura y cinismo inconcebible, donde no importa retorcer la realidad y la historia hasta donde haga falta. Saben que éste y anteriores gobiernos se han rilado, se rilan y se rilarán ante sus chantajes, en una deriva de locura que parece no tener fin.

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