Publicado: 20/01/2014 04:00
La salida de Ignacio López del Hierro del consejo de Amper no ha pasado desapercibida. El ejecutivo es un hombre que no abandona un consejo de administración así como así. Su marcha se ha debido oficialmente a motivos personales y posibles incompatibilidades futuras, pero la empresa tecnológica está en un proceso agónico de renegociación de su deuda. ¿Se ha ido López del Hierro porque considera que esta historia no da más de si?
Lo cierto es que Amper, empresa tecnológica y antaño filial encubierta de Telefónica, no levanta cabeza desde hace tiempo. De momento, está en un periodo de carencia, aplazamiento o ‘standstill’ con los bancos, para renegociar su deuda de 120 millones de euros, más del doble de su capitalización bursátil. La fecha límite, recogida en Hecho Relevante, es el 17 de febrero. Pero las cosas no van a ser sencillas, ni para Amper ni para ninguna compañía que espere que los bancos vayan a seguir refinanciando como antes.
El actual va a ser un ejercicio en el que las noticias económicas favorables se van a suceder con las malas, entre otras cosas porque las entidades financieras han cambiado ya su postura respecto a las refinanciaciones. En 2014 van a caer compañías por el cierre de grifo bancario. No tiene que ser necesariamente el caso de Amper, pero los bancos ya no quieren más crédito latente de dudoso cobro, sobre todo si ya está provisionado. Las compañías de crédito quieren liberar sus balances y poder dedicar sus esfuerzos a otras cosas.
Regeneración
López del Hierro es marido de la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal. Puede ser considerado, sin duda, uno de esos ejemplos de los que que tanto abundan en Madrid a los que se considera ‘consejeros de profesión’. Nada más ganar el PP las elecciones generales por mayoría absoluta, sonó como miembro del consejo de Red Eléctrica, algo que provocó un escándalo social importante, ya que en teoría los populares traían aires de regeneración a la vida pública. El nombramiento se anuló, pero no pasó mucho tiempo sin que consiguiera otro consejo, esta vez en Iberdrola. Compañía eléctrica también, aunque privada totalmente.
Amper es una compañía que parece maldita, atendiendo a sus complejos compañeros de viaje en los últimos tiempos. En su día, cuando era presidida por Enrique Used, amigo personal de César Alierta, se criticaba su estilo obsoleto y su falta de capacidad para despuntar como lo estaba haciendo Indra, por ejemplo.
Pero después de Used, irrumpió el calamitoso fondo Tvikap en su capital y, posteriormente, Enrique Bañuelos, otro personaje de no muy buen recuerdo entre los accionistas minoritarios.. y no tan minoritarios. La compañía ha estado siempre en el punto de mira de una hipotética fusión con Ezentis, antaño Radiotrónica o Avanzit, donde también pueblan personajes tan controvertidos como Manuel García Durán o Jaime Vergel, ex responsable del otro fondo con una trayectoria similar a Tvikap como Gala Capital.
Un juego de especuladores en el que a veces se ha podido ganar dinero, pero en el que ahora la fuga de López del Hierro no anuncia nada bueno.
Otras fugas
España está plagado de marchas a tiempo de algunos consejeros, que han podido salvar sus posiciones a tiempo antes de que la compañía en cuestión cayese. Desde Leopoldo Fernández Pujals y su escapada de Telepizza a Carlos Vela, ex jefe de participadas de Caja Madrid, que tuvo que ir a Fadesa debido a la enorme exposición contraída por la entidad financiera con la inmobiliaria y que dimitió pocos día antes de que entrara en concurso de acreedores.
Más recientemente, algunos consejeros de Service Point hablaban de inyectar capital en la firma, para dimitir del órgano a continuación.
Mientras tanto, Amper está también intentando solventar un ERE para el que todavía no tiene el dinero preciso. En poco menos de un mes se sabrá si Amper se entiende con los bancos y sale adelante, o si debe afrontar la situación concursal. Sea lo que sea, será sin López del Hierro.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.