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Emergencia en el sector 'ambulanciero': técnicos denuncian noches de trabajo largas y descansos cortos

Imagen de una una Unidad Móvil de Emergencia (UME) de Murcia.

Las 'sirenas' del descontento han saltado en gran parte de las plantillas de las empresas privadas de ambulancias. Los técnicos en emergencias médicas (TEM/TES) que, entre otras funciones, se encargan de la conducción de vehículos para el transporte sanitario de pacientes -urgente o emergente- y de la colaboración con el personal facultativo en la atención al paciente, denuncian que en algunas comunidades las empresas para las que trabajan les someten a unas condiciones laborales que repercuten de forma negativa en el buen hacer de su labor.

"Trabajo en una empresa de ambulancias privada contratada para el 061 público; los avisos los da el Servicio de Urgencias y la compañía solo pone conductores y los vehículos", explica un trabajador de la compañía Murciana de Asistencia y Emergencia con sede en Cartagena. "En el año en el que estamos los conductores de unidades de Soporte Vital Avanzado, como la UVI móvil, que vamos con personal médico, trabajamos 24 horas día si día no, cuando deberíamos librar tres días por cada día entero trabajado según el convenio colectivo", denuncia a Vozpópuli.

Habitualmente, este tipo de corporaciones privadas son subcontratadas por el Servicio de Urgencias y Emergencias Sanitarias, el conocido 061 o 112 que, si bien es un servicio público de titularidad autonómica y dependiente de las diferentes consejerías de salud, suele destinar parte de los recursos a empresas externas, que cuentan con ambulancias y personal técnico propio como es el caso de la fuente consultada.

"Hacemos 200 horas extraordinarias al mes que no cobramos, cuando el convenio sólo permite 80 horas por año", denuncian desde una empresa de Murcia

Entrar a las 6:15 horas de la mañana y salir a las 8:15 horas del día siguiente es ya habitual para los trabajadores de esta empresa murciana que está integrada temporalmente en una UTE junto a las compañías Martínez Robles y Ambulancias de Lorca para realizar el mencionado servicio.

Según otras fuentes, que prefieren mantenerse en el anonimato "por temor a perder su empleo", las irregularidades con los trabajadores por parte de Murciana de Asistencia y Emergencia son de sobra conocidas por el Servicio Murciano de Salud, ya que, al igual que el resto de consejerías de las distintas comunidades, controlan a diario los nombres de los facultativos que trabajan en cada unidad y, por ende, "ven que el nombre de los técnicos que conducen se repite" con una frecuencia que no correspondría de acuerdo a los trabajadores.

"Hacemos 200 horas extraordinarias al mes que no cobramos, cuando el convenio sólo permite 80 horas por año, y nunca libramos dos días seguidos. Esta empresa incumple descaradamente la concesión del contrato, no se rige por cuadrantes y esto lo permite la administración pública", reprocha el personal afectado. "Esta empresa cobra de dinero público, y esclaviza a sus trabajadores que, encima, no denuncian por miedo a perder su empleo", afirma un empleado.

¿Vista gorda de la Administración?

Desde el Servicio Murciano de Salud aseguran que no se ha registrado ninguna queja por escrito de los trabajadores con respecto a esta empresa. "Es posible que lo hayan transmitido a sus superiores, pero no a la adminsitración", comentan. "El cumplimiento de los convenios colectivos no es competencia del Servicio Murciano de Salud, sino de la autoridad laboral. Si existen esos incumplimientos deberían denunciarlo a la Inspección de Trabajo", señalan.

Sin embargo, las malas prácticas de algunas empresas privadas de ambulancias parecen extenderse a más comunidades. Desde Extremadura, personal sanitario denuncia que la administración "es plenamente consciente" de irregularidades como, por ejemplo, el contrato de dos personas por turno por parte de los empresarios cuando deberían ser cuatro los empleados contratados.

"El traslado de pacientes se ha convertido en una suerte de competición entre algunos empresarios que cobran dinero público que luego emplean para el mantenimiento y correcto funcionamiento de las ambulancias, para pagar a sus empleado... Pero lo cierto es que muchos violan los derechos de los técnicos para ahorrar costes, trabajadores que, por otra parte, no solo se dedican a conducir, sino también a asistir a los pacientes como apoyo de médicos y personal de enfermería", critcan fuentes conocedoras de la problemática. "A veces, incluso el mismo empresario controla el transporte en ambulancias de toda la provincia", dicen.

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