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La fortuna tras la farmacéutica catalana Almirall en realidad reside en Madrid

El presidente de Almirall, Jorge Gallardo

A principios de año, la Generalitat y el Gobierno central se enzarzaron en una pelea sobre cómo contabilizar la venta por parte de la farmacéutica Almirall de su departamento de enfermedades respiratorias a las británica AstraZeneca. La operación, de 1.500 millones de euros, suponía un enorme bocado si se quitaba del total de inversiones en Cataluña. Así, mientras Moncloa decía que la inversión extranjera directa en las empresas catalanas había caído un 45%, con esta cifra de su lado la Generalitat esgrimía un crecimiento de un 35%.

Es sólo un ejemplo de cómo la catalanidad de las empresas se ha convertido en arma política arrojadiza. Pues bien: en los mentideros de las patronales catalana y madrileña se destaca a Almirall como epítome de la fuga de capitales provocada por Mas.

Sus dueños mayoritarios y gestores, los hermanos Jorge y Antonio Gallardo Ballart, han mantenido la sede en Barcelona pero trasladaron a finales de 2012 el vehículo inversor que posee el grueso de la empresa a Madrid, según ha podido comprobar Vozpópuli. Así, la fortuna de los Gallardo ha salido de la Cataluña de Artur Mas y ha cogido el puente aéreo para trasladarse a la Villa y Corte.

El 25 de noviembre de 2012, en pleno auge del independentismo, se celebraron las elecciones al Parlament de Cataluña adelantadas por Artur Mas más de dos años. Por aquel entonces, los Gallardo tenían el 64,41% de las acciones de Almirall en una empresa vehículo llamada Grupo Corporativo Landon S.L., con sede en Barcelona. La empresa existía desde 1989.

No todo puede explicarse por el “dumping” fiscal madrileño

Unos días después, el 3 de diciembre de 2012, los Gallardo formalizaban que Grupo Corporativo Landon era absorbido por otra de sus compañías, Walton S.L. con sede en la madrileña calle de Reina Victoria, 58, segunda planta. Cada uno de los hermanos es dueño del 50% de esta firma, que a su vez tiene el 100% de otra intermedia, Grupo Plafín, poseedora por fin del 64.41% de Almirall… De esta forma se consumaba la desaparición de Landon tras 24 años de vida en Barcelona, y el traspaso de la riqueza y el cobro de dividendos a la capital.

Se da la circunstancia de que el número de contacto de Walton en el registro sigue siendo un número de Barcelona, y en él atienden aún como Landon. El objeto social de Walton S.L. es el de la “prestación de servicios de asistencia y asesoramiento empresarial, especialmente los relacionados con la dirección, en general, y con planificación y gestión económica y financiera.”

Uno más de los movimientos de salida

Madrid le ha “robado” a Cataluña 446 empresas en 2014, según los datos corporativos que maneja la firma Axesor.

La comunidad central tiene uno de los sistemas impositivos más favorables a las grandes compañías, con muchos menos tributos específicos. Además, en los últimos años el IRPF máximo de Cataluña ha subido hasta el 56%. Pero no todo puede explicarse por el “dumping” fiscal madrileño. En total, 987 compañías salieron el año pasado desde Cataluña a otras regiones de España, mientras que sólo 602 emigraron hacia allí.

En el período de auge independentista el saldo neto de emigración de firmas perjudica a la comunidad dirigida por Artur Mas. Entre 2010 y 2014, más de 1.500 catalanas se han ido a Madrid. Cataluña es la segunda zona de España donde más empresas han realizado este tipo de migración.

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